- Solo son tus ojos.. Son.. Cautivadores. - Respondió William con una profunda determinación.
- Los tuyos tambien los son.. Me recuerdan al fuego escarlata de la muerte.. - Sherlock sonrió ampliamente observandolo a los ojos a corta distancia de su...
En Durham, Inglaterra, hay una gran mansión, la mansion Moriarty. Todos ahí eran felices, William James Moriarty era uno de los dueños de aquella mansion, los otros dos eran Albert J. Moriarty y Louis J. Moriarty, ambos hermanos de William.
Los padres de Albert habian adoptado a William y a Louis hace muchos años pero por desgracia estos cayeron en un coma profundo tras un accidente, y luego, murieron. Gente rumoreaba de que aquellos tres habian matado a sus propios padres o que solo lo habian hecho los hijos adoptivos pero la verdad es que nadie hizo nada. Solo fue un accidente, aun que los hijos estuvieran agradecidos por aquella muerte no hicieron nada.
En esa mansión también habitaban Fred Porlock; Jardinero de primera clase que fue contratado después de que ayudara a Louis con un favor. Sebástian Moran; guardía de la mansión, también contratado por satisfacer los favores de William, Moneypenny; sirviente, contratada por recomendación de Moran, Jack Renfield; sirviente y ayudante, actualmente camarero de un restaurante que lleva Louis.
Y por ultimo, James Bond y Von Herder. James Bond quien fue en su tiempo Irene Adler, fue acogida en la mansión Moriarty como James Bond para esconder su verdadera identidad ya que para el mundo, Irene, estaba muerta. Y Von Herder es un gran mecánico, un gran creador de máquinas inimaginables, Los hermanos Moriarty quedaron fascinados por su capacidad que fue contratado.
Sí.. Todos eran felices en esa mansión, todos.. Menos William.
No era culpa de su familia y amigos que estuviera mal, en realidad, nadie sabe de su estado emocional ya que siempre muestra una sonrisa. No hablaba con nadie de su estado emocional a excepción de sus dos hermanos, pero aún así, no llegaba a contar la verdad. No queria preocuparlos por algo que él solo podía contra ello.
Sus padres adoptivos lo sometieron a pruebas para ver si era digno de llamarse un Moriarty, por suerte, Louis no tuvo que sufrir aquello ya que él estaba enfermo al corazón y lo dejaron pasar. Pero William, era una victima de dichas pruebas, tuvo que servir como camarero para el hermano de sangre de Albert; William.
Cada vez que lo visitaba, este llegaba a dañarlo físicamente tanto como psicologicamente. Albert, al enterarse de aquello, quiso ayudar en todo momento a William pero no podía hacer mucho.
Por suerte para el trio ellos murieron, pero, que pasó con el segundo hijo Moriarty?.. Este desapareción, y como no, los rumores apuntaban a los tres hijos. No hubo pruebas ni testigos asi que no habia razón para condenarlos, se libraron, justo como lo tenian planeado...
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En un día normal, Albert quiso hacer una fiesta del té, en donde participarian varias personas que fueran invitadas por él personalmente.
- Quien? Yo? - Preguntó un hombre alto de cabellos cortos y azulados observando con intriga a Albert.
- Sí, pensé que le gustaría venir gobernador. - Dijo Albert dejando la carta sobre su escritorio. - Aún tenemos asuntos de los que hablar.. ¿Sabe a lo que me refiero, Mycroft Holmes? - Sonrió y miró al hombre contrario con picardía.
