BUSCA UN PASO DE BAILE 。。。

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Un simple beso sin sentimiento alguno, solo fue un beso accidental que provocó un shock en ambos. No se separaron, ninguno supo el porque, Sherlock creía que era por el shock y el cansancio y William tenia los mismo pensamientos, ¿cómo iban a saber que sus labios tenian que estar juntos? ¿cómo iban a saber que sus labios se estuvieron buscando?

Inmediatamente, Sherlock fue el que reaccionó antes ya que él si queria seguir de aquella manera pero entendía a la perfección que William aún no está enamorado de él.

- L-lo siento lo siento! - Gritó Sherlock alterado y agitando ambas palmas sin saber el porqué.

William se sentó y miró hacia el frente, pero parecía como si tuviera la mirada perdida. Lentamente, movió sus ojos hacia Sherlock más rojo de lo normal y no puedo evitar pensar en solo una cosas.

- Sus labios.. Son tan suaves.

Se mordió la lengua, sintiendo como esos pensamientos cosquilleaban su lengua como si lo obligaran a decirlas en voz alta, por suerte (para él) pudo retener esas palabras.

- ¿Estas.. Bien? - Preguntó Sherlock, alejandose un poco de él temiendo a que este se incomodara por su cercanía.

William procesó esas palabras detenidamente en su consciencia.

¿Estoy bien?.. Algo shockeado pero no es nada que no se pueda remediar ¿o sí? Yo puedo dejar de pensar en eso ¿o no? Yo puedo dejar de pensar en sus labios suaves y sabrosos ¿o no..?
Yo... ¿Puedo?

Se miró las manos las cuales temblaban con las palabras "¿puedo?" ㅡimaginariasㅡ clavadas en sus palmas.

- S-sí. - Respondió mirando, no a sus ojos, si no a sus labios.

- Menos mal, parecias muy afectado, s-se que fue repentino pero de todos modos sigue siendo un accidente.. - Dijo Sherlock con las intenciones de tranquilizar su respiración, de hacer que él mismo se lo creyera y no pensara que es el destino. Ya que algo así, no exisistía para él.

- S-sí. - Volvió a tartamudear, en un murmullo susurró ese monosílabo para luego sentir como su pecho dolía.

El hombre frente a él se levantó y ayudó a William a levantarse, este, casi corriendo, fue al baño y se encerró ahí dejando a Sherlock con un gran temor a perderlo. A perder su incógnita indescifrable, a perder su laberinto, a perder la única razón por la que dejó y dejara de fumar. Pero ese temor no lo consumiría tan fácilmente ya que podía buscar fácilmente lo que perdió. Una incógnita, un laberinto, la razón por haber dejado el tabaco.. Todo aquello... Lo buscaría a muerte si hiciera falta, lo más fácil era, que todo aquello llevaba a una sola persona.

William James Moriarty.

Si lo perdiera, lo buscaría sin duda alguna

Lo buscaría y lo encontraría.

Lo encontraría y lo atraparía.

Lo atraparía y lo amaría por el resto de sus días hasta que la muerte aparezca ante sus ojos submarinos.

En la mente de William, fue totalmente diferente, en vez de ánimos por buscar algo que aún no a perdido como en la de Sherlock. En su cabeza se encontraban miles de voces (su propia voz) peleamdose entre ellos.

- Ya me odia! - No puedo seguir! - Piensa mal de mi! - Sus labios han tocado los mios! - Y si notó un mal aliento?! - Ya todo cambió! - Ya no me querra dentro de su apartamento! - No habra bailes llenos de fascinación!

Sentado sobre la tapa del váter
ㅡcon las piernas subidas tambiénㅡ
agarrandose de sus cabellos dorados y lágrimas cristalinas asomadas por la comisura de sus ojos, comenzó a sobrepensar en todo, todas esas voces gritaban en su cabeza y no pudo evitar una respiración agitada y que aquellas lágrimas que solo se asomaban, ahora, esten acariciando sus mejillas.

Escuchó uno, dos, tres golpes en la puerta y luego una voz que se notaba preocupada, supo de quien era pero los latidos de su corazón eran más fuertes y las voces de su mente también. No supo que es lo que dijo, pero podia hacer a la idea y respondió con una voz quebrada y agotada.

- Ahora salgo!

Sherlock notó la desesperación en la voz de William, él más que nadie sabia lo mal se que sufría con tal sentimiento. William se habia encerrado pero aún seguia siendo el apartamento de Sherlock y este sabia perfectamente de el pestillo llevaba roto cuatro años.

Abrió la puerta y miró fijamente al rubio quien pegó un pequeño salto por la repentina invasión. Ese pequeño salto hizo que se resvalara y antes de caer del váter, una de sus manos fue sujetas por las del azabache quien inmediatamente lo incorporó y lo inspeccionó con la mirada para saber que estaba bien.

- ¿C-cómo..?

- El pestillo lleva roto cuatro años. - Respondió Sherlock a una pregunta inacabada.

- Entiendo...

Agachó su mirada observando las losas del suelo que ahora sus piernas tocaban.

- Lo siento.. - Dijo William, sin elevar su vista.

- ¿Por qué? - Preguntó, ladeando su cabeza.

- Por mi reacción, fue indebida e infantil. - Al fin, elevó la mirada, y con una expresión casi muerta observaba con sus apagados rubís a los ojos del detective.

Sherlock suspiró y se agachó a su altura (un poco más bajo) y acarició su mejilla para luego sonreirle enternecedoramente. Queria aliviarlo como John hacia con él cuando estaba en esas situaciones desesperadas por respuestas. Buscó el brillo de sus ojos, pero no hubo nada asique se prometió que en ese baño volverían a brillar como cuando bailaban.

- Liam, entiendo tu dolor y sufrimiento ahora mismo, y sé que no te ayudaran en nada.. Tú también lo sabes Liam. - Cayó, esperando a que hablara y al ver que no, prosiguió. - Tus disculpas no son necesarias pero te perdono, ese beso fue un accidente, no importa en serio. - Sonrió de nuevo viendo como los ojos escarlatas dejaban de soltar lagrimas, con sus pulgares, limpió las lagrimas restantes de ambas mejillas. - Liam, oh Liam, me duele verte llorar. - Susurró, provocando un color rojizo en las mejillas del rubio. - Verte adolorido me oprime el corazón, no te sientas culpable, es mi culpa por ser más sensible ante tus reacciones y emociones. - Y en eso, rió, y mientras reía, los ojos escarlatas volvieron a brillar.

Sherlock, buscó de nuevo aquel brillo que lo enamoraba, lo encontró y sonrió ampliamente soltando sus mejillas y levantandose dispuesto a salir del baño pero su muñeca fue agarrada por William.

- Gracias.. - Dijo, sin mirarlo directamente a la cara.

Sherlorck removió sus cabellos.

- Y si buscamos una casa? Para que estes algo distraído. - Sugirió.

William asintió varias veces levantandose de la tapa del váter y cojiendo valentía para mirarlo a la cara.

- Tengo revistas de casas que consiguió John para comprar una y vivir con su prometida. - Comentó Sherlock mientras agarraba de la mano a William y lo guíaba hasta el salón obligandolo a sentarse a su lado. - Debe de estar por aquí. - Buscó entre varios papeles tirados por el área. - Te pillé! - Levantó la revista del suelo y se la entregó a William.

Y así, perdieron el tiempo buscando una casa, y no una razón para separarse, buscaron un hogar y no esos pensamientos que los consumían.

Lo que buscaron fue, un recipiente de todo el amor que se entregaran...

පජපජපජපජපජපජපජපජපජපජ

Holaaa :)

Espero les haya gustao el cap

A mi me en-can-tó, estuvo muy bueno.

Sayonara¡!

CAUTIVADOR                                       Donde viven las historias. Descúbrelo ahora