Dia 4

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Los Mugiwaras se encontraban ansiosos por la cena de mañana en la noche y los que más lo estaban eran Luffy y Nami. Todos se encontraban haciendo los preparativos para la cena, cuando Usopp grito:

-¡Chicos, se acerca un barco jalado por dos serpientes gigantes! ¡Creo que son las piratas Kujas!-

Al oírlo, Luffy corrió al borde del barco para ver que efectivamente estaba llegando el barco de Hancock y sonrió con alegría mientras bajaba a tierra. Todos los siguieron y pudieron ver cómo bajaba la Emperatriz Pirata Boa Hancock acompañada de su serpiente Salomé y sus hermanas. Se paró delante de los Mugiwaras y preguntó:

-Vengo en busca de mi futuro esposo Monkey D Luffy para hablar con el de mi interés en unirme a su flota y pedirle que tome a mi isla cómo su territorio. ¿Dónde está?-

Todos la vieron sorprendidos y Luffy se acercó a ella diciendo:

-¿Quieres unirte a mi flota y que yo tome a Amazon Lily cómo tu territorio? ¿Es por lo que les pasó con el gobierno y Barbanegra?-

Hancock lo miró con atención tratando de reconocerlo, hasta que al final dijo:

-¿Luffy? ¿Eres tú?-

-Shishishi, si soy yo. Madure por un tipo que controla el tiempo, pero me devolverá a la normalidad mañana. ¿Cómo me veo?- preguntó Luffy con su usual sonrisa.

En ese momento, Hancock cayó al suelo desmayada mientras un chorro de sangre salía de su nariz.

-¡Anee-sama!- gritaron sus hermanas preocupadas.

-Era claro que pasaría, ver al hombre que ama convertido en un hombre con una belleza tan comparable a la suya, provoca esto.- dijo la anciana con un suspiro.

-¡Hancock! ¿Estás bien?- preguntó Luffy cargándola con mucha preocupación.

Nami veía esto con algo de celos, pero decidió ayudar.

-¡Luffy, llevala a la habitación donde Robin y yo dormimos para que se recupere!- le gritó ella con seriedad.

Luffy asintió y se llevó a Hancock al estilo nupcial a la habitación con los demás siguiéndolos.

Un rato después

Hancock despertaba algo confundida mientras decía:

-Tuve un hermoso sueño: soñé que Luffy se había convertido en un hombre de extraordinaria belleza cómo la mía.-

-Shishishi, me halaga que digas eso sobre mí.- dijo Luffy a su lado.

Hancock lo miró y al instante se formaban corazones en su ojos.

-¡Oh Luffy! ¡No me equivoque contigo! ¡Eres un dios en forma humana, la personificación de la belleza masculina! ¡sabía que estábamos hechos el uno para el otro!- gritaba ella aguantando las ganas de abrazarlo.

Luffy sonrió por eso, le hacía feliz darse cuenta de cuánto lo amaba esta mujer y se sentía muy afortunado de poder estar con ella y con Nami. Pero para que eso fuera posible, tenía que convencerla de permitir que Nami fuera parte de la familia.

-Hancock, tengo que hablar contigo de un asunto muy importante y necesito tu total atención en esto.- le dijo con seriedad.

Hancock lo miró con seriedad para demostrar que le ponía toda la atención del mundo.

-Primero te haré una pregunta: ¿Estarías dispuesto a cualquier cosa por nuestro amor?- le preguntó Luffy mirándola fijamente.

Hancock lo miró con una sonrisa dulce y le dijo:

One Piece: MadurezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora