Trust me |Freezer X Tu|

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POV Narradora

El lugar al que llegaron le hizo recordar a una arena de pelea romana, una arena de combate de forma circular, rodeada por gradas donde podían sentarse los espectadores. Un lugar que sería testigo de todo lo que sucedería ese día, y, estaba muy segura, pasarían muchas cosas.

Lo primero que sucedió cuando bajaron del cubo mágico, como ella lo nombró, fue la ausencia de Azami. Ya parecía acostumbrada a que su hija desapareciera de la nada, porque solo soltó un suspiro y le avisó al emperador, y ambos se separaron para buscarla con calma. 

¿Esa niña podía ser más traviesa? Entendía que tenía ganas de explorar el mundo, que era pequeña e inocente, pero no podía desaparecer así, y menos siendo tan solo un bebé... Para ____, Azami era una dulce bebé aun y siempre lo sería.

Azami se escabulló entre las personas, con curiosidad y algo de temor, pues había más de un ser que la intimidaba. Sus ojitos rojos se fijaban en todos los presentes deseando poder acercarse y hacer mil preguntas sobre distintas cosas. 

Sus pasitos se iban acortando mientras se acercaba a un grupo de personas en especial, entre las cuales distinguió a una mujer muy parecida a cierto ángel y a una versión de Bills mucho más gorda y caprichosa.

Quedó de pie junto a ellos, y captó la atención del dios del universo 6.

Champa: ¿Y esta mocosa qué?- habló con desagrado y puso una de sus manos en su cintura- ¿Qué eres o qué quieres, niña?- le miró de arriba a bajo. 

La menor copió su acción, recordando como su padre le enseñó a no dejarse intimidar por nadie. Pero también recordaba como su madre le enseñó a ser amable con las demás personas sin importa qué.

Azami: Bena talde, shoy Atami.- Embozó una sonrisa e hizo una reverencia a lo que el dios sonrió arrogante y la mujer sonrió con sus ojitos brillando. 

Champa: Yo soy el dios más fuerte y perfecto de todos los universos, Champa, del universo 6, mocosa.- por más que intentó hacer una reverencia no podía, su abultado vientre le impedía poder doblarse hacia delante.

Vados: Mucho gusto, pequeña Azami.- se agachó y quedó a la altura de la menor- ¿estás perdida o algo? No me parece normal que una niña pequeña ronde por estos lugares sola, ni siquiera sé si deberías estar aquí en primer lugar.- tomó la mano de la niña con la intención de buscar a los padres de ella.

Champa: Seguro quería tener el privilegio de conocerme.- dijo altaneramente a lo que la ángel rodó los ojos acostumbrada a esa actitud.

Azami: Me lecueldan a ros amilos e mi mami y mi papi.- sonrió con alegría, las dos deidades se miraron.

Champa: No creo que alguien pueda compararse conmigo, niña.- se cruzó los brazos y cerró los ojos mientras sonreía con altaneria.

Azami: Tene laton, Bis e ma metol, muto metol.- no pensó mucho sus palabras antes de decirlo directamente. Los ojos del dios se abrieron con sorpresa e indignación, mientras que la mujer soltó una carcajada nada discreta. Los ojos de la mejor fueron a alguien que se parecía demasiado a un ser querido para ella.

La niña peli____ se acercó al azulado, que estaba mirando a todos lados con molestia. La mirada de Frost bajó hasta la niña, quien le miraba con una sonrisa esplendida y los ojos brillando. 

Azami: Te palete a mi papi.- comentó con un inocente tono de voz, logrando que más de uno abriera los ojos sorprendido, incluso el azulado.

Frost: ¡¿QUÉ?!- exclamó en voz alta mientras sentía como su rostro se sonrojaba, la niña soltó una risita y se subió a una de las gradas, quedando casi a la altura de él.