Xalext vio como la cabeza de Astra caía al vacio rápidamente, con la sonrisa macabra aun dibujada en su rostro, en esos momentos escucho como un montón de pasos se acercaban a él, eran tal vez diez guardias que subían por las inmensas escaleras, todos llevaban lanzas metálicas muy afiladas y las apuntaban a Xalext, pero Xalext se transformaba mas en lo que antes parecía ser Adriak, todos los soldados se quedaron en silencio, y levantaban las lanzas mientras veían como Xalext se transformaba mas y mas en lo que antes era su rey.
De la espalda de Xalext, salían unas alas sin desplegar, solamente estaban allí, las botas de Xalext se convertían en zapatos de escamas verdes muy duros y gruesos, su pecho se convertía en un peto de piel oscura, de su cabeza se caía todo su cabello y lo reemplazaba un casco de metal increíblemente pesado en el cráneo de Xalext.
Todos estaban en silencio mientras veían como Xalext se convertía en un nuevo rey para ellos. Al terminar la transformación, Xalext era idéntico en todos los sentidos a Adriak, en ese momento, todos los soldados tiraron las lanzas mientras llegaban mas y mas oscuros y súbditos para observar la escena, todos estaban completamente pasmados ante lo que estaba ocurriendo.
Xalext los vio fijamente, sin ningún gesto en específico mientras los súbditos se arrodillaban y gritaban y aclamaban "ADRIAK", algunos levantaban sus armas y las alzaban mientras gritaban esta palabra.
Xalext estaba totalmente maravillado con lo que estaba pasando, y vio los orbes en el suelo, y el fuego verde en el cielo, pido a los súbditos que recogieran los orbes y estos obedecieron rápidamente. Xalext, con los orbes en sus brazos, los cinco elementos, agua, tierra, viento, metal y fuego, subía las escaleras lentamente hacia el fuego, y rápidamente y sin detenerse, arrojo todos los orbes en el fuego verde que al recibirlos, se prendió mas y mas vivamente en el cielo, iluminando todas las tierras alrededor del castillo.
Después, Xalext o el nuevo Adriak, introdujo su mano en su pecho, para poder sacar de allí, la perla del tiempo, finalmente, la arrojo también al fuego sagrado, este en vez de avivarse más, lanzo un rayo al cielo, abriendo un torbellino, un tornado azul, que al final bajaba y bajaba lentamente a la azotea del castillo, donde se encontraban todos los súbditos y Adriak. Finalmente, cuando todo estuvo calmado y el tornado totalmente bajo, Adriak, se coloco frente a el y fuertemente grito:
—Que se abra el Apacloid—
En esos momentos Adriak se puso de espaldas al tornado mientras este se despejaba lentamente hasta dejar visible una puerta gigante y vacía que en su fondo vacio, se tornaba de un color rojo, mientras Adriak alzaba los brazos, una serpiente de cincuenta metros de largo salía lentamente de aquel portal, y Adriak, haciendo un ademan hacia la bestia, susurro:
—Ya es hora—
Y la serpiente gigante se abalanzo junto con montones de gárgolas, dragones, lobos, perros enormes del portal denominado "Apacloid"
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La perla del tiempo-Cronicas de fuego I
FantasyA veces el obtener un gran poder solo para vencer al enemigo tiene sus respectivas consecuencias, casi siempre catastroficas