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Sus silenciosos pasos se dirigían a la habitación de su pequeño- irónicamente le llamaba aunque tuvieran la misma edad- intentando torpemente girar el picaporte al encontrarse frente a esta.

Hizo más ruido del que quería pero agradecía para sus adentros que los padres de ambos decidieran de última hora salir, lo que le daba ventaja; Magnus estaría solo en su habitación.

Muchos pensamientos vinieron a la mente de Alec aunque era más que seguro que Magnus estaría perdido, se había agotado mucho en sus últimos días en el instituto.

Sus descalzos pies caminaron de puntitas hasta toparse con la cabecera de la cama, se sentó en el borde de esta y ya más acostumbrado a la oscuridad, se agachó un poco abrazando a Magnus por la espalda.

—¿Estás despierto pequeño? — susurró dulcemente en la oreja del menor.

Magnus sintió un cosquilleo en su oreja, con sus ojos cerrados y bastante adormilado alzó su cabeza sin dirección alguna —... Alec- hizo un leve bostezo y giro quedando frente al mayor — ¿Que haces aquí?...— hizo un leve esfuerzo abriendo uno de sus ojos.

Una imagen demasiado encantadora y mortal ante los ojos del mayor.

— No puedo dormir — pasó su mano por los lacios cabellos del castaño masajeando suavemente. — Necesito tu pequeño cuerpo junto al mío para poder hacerlo — sonrió vaciamente.

Esa fue la primera vez que durmieron en la misma cama, la cercanía de sus cuerpos les otorgaba ese calor y tranquilidad que necesitaban del otro.

Shadow - MALECDonde viven las historias. Descúbrelo ahora