Nuestras vidas no van por el mismo camino

Capítulo 1: Presentación

- ¿¡Por qué debemos trabajar!? ¿¡Por qué debemos pagar por nuestra comida!? ¿¡Por qué no simplemente lo compartimos con los demás!? ¿A qué le llaman libertad en este mundo? Todos somos esclavos del trabajo, ¿no es verdad? El rico engorda... ¡Y el pobre muere! ¡Nosotros no queremos trabajar! Es por eso que yo, Hammerhead, cambiaré este mundo. ¡En uno donde trabajan los que quieran y los demás tendrán mantención absoluta! ¡Nosotros crearemos el mundo perfecto con el que todos ustedes siempre soñaron! ¡Nosotros somos el grupo "Paradise" y yo soy su líder "Hammerhead".

Ningún transeúnte prestó atención a lo anteriormente dicho.

- ¡Jefe! ¡Nadie está escuchando!

- ¡Qué demonios! - Hammerhead se percata que es verdad lo que su seguidor dijo - ¡Maldita sea! ¡Malditas sean las masas influyentes! ¡Vamos! ¡Les demostraremos que vamos enserio, arrasando con la casa del hombre más rico de la ciudad, Monier!

- ¡Sí, señor! - gritaron sus seguidores en coro.

Minutos después, el grupo de "salvadores" se encontraba frente a un gran edificio

- Este rascacielos es a lo que Monier llama hogar, señor.

- Él no puede haber ganado tanto dinero legalmente. Imperdonable. Destruidlo.

- ¡Sí, señor! - dijo uno antes de derribar el edificio con ayuda de su súper traje.

- Estos trajes recién desarrollados cumplen con lo que prometen, valió la pena arriesgar nuestras vidas al robarlos.

- Ah, era el edificio equivocado - mencionó quien había dicho que se trataba del hogar de Monier - Lo siento, jefe. La casa de Monier está más adelante.

- Todos cometemos errores. Lo importante es aprender de ellos. ¿Me equivoco?

- ¡No, señor!

- Entonces... ¡A la casa de Monier!

- ¡Sí! - volvieron a gritar todos en coro.

Calles más adelante, el grupo fue interceptado por alguien

- ¡Alto ahí, escoria criminal! - se baja de su bicicleta y pone el soporte - Montando la bicicleta de la justicia... ¡El jinete sin licencia entra en escena!

- ¡Sí! El jinete sin licencia ha llegado a salvar el día - gritó una chica.

- No hay nada que temer cuando el jinete sin licencia está aquí - gritó otro transeúnte.

- Un súper héroe, ¿eh? No me hagas reir - dijo confiado Hammerhead.

- ¡Aquí voy! - se lanzó al ataque el jinete sin licencia... Solo para ser vencido de un golpe.

- ¡Ahhhhh! ¡Qué alguien llame al 911!

- ¡Vámonos de aquí!

- Esto es demasiado fácil - indicó Hammerhead con soberbia.

- Pero igual él logró detener su paso por unos minutos, ¿no? - indicó alguien detrás de "Paradise".

- ¿Huh? - Hammerhead al darse la vuelta vió a un chico portando un traje rojo, que medía aproximadamente un metro con ochenta y que por el tono de su voz no parecía llegar ni siquiera a los treinta - ¿Acaso tú también eres un héroe?

- Naaa. Solo soy un transeúnte perdido - exclamó el chico mientras levantaba los hombros.

- ¡Entonces largó de aquí y no interrumpas con nuestro cometido! - gritó uno de los seguidores de Hammerhead.

- Lo siento, Humpty Dumpty junior, pero no puedo permitir que sigan destruyendo la ciudad - exclamó el chico mientras se cruzaba de brazos.

- Señor - exclamó él mismo que había gritado antes - Me ofrezco voluntariamente para acabar con ese tipo.