El giro de la vida

Capítulo 4

Navidad, esa fecha del año en la cual todo el mundo postea sobre lo feliz que es y la maravillosa familia que tiene, que falsos todos de verdad. Para mi la navidad era motivo de alegría y felicidad cuando era pequeña. Esa sensación que sentías el día anterior cuando te ibas a dormir, ¿y la cara de ilusión cuando te despertabas y veías regalos? Era mi época favorita del año. Aunque ahora con mi edad no mentiré, me gusta la navidad pero no es el mismo sentimiento que antes. Cada año que pasa falta más gente en la mesa, gracias a lo que sea que allá allí arriba no se ha ido nadie estos últimos años, hemos tenido sustos, pero todos estamos vivos. Respecto al instituto he aprobado todas las asignaturas, cosa que ya es un logro debido a los problemas que he tenido, mi tutor me ha dicho que no está mal debido a mi situación pero que tengo que centrarme más. Si es cierto que me distraigo muy fácilmente, sobre todo desde que mi relación con Pablo se empezó a hacer más fuerte. Nosotros empezamos como una amistad, es más, somos amigos, pero siendo sincera yo no lo quiero de esa manera. Si, sé que parecerá loco decir que lo quiero en tan poco tiempo, en tan solo dos meses, pero es que yo lo siento así y eso es lo que más miedo me da. Mi cabeza daba vueltas una y otra vez desde que hablamos esta mañana, una chica de mi clase llamada Elisabet me dijo que debería de estar segura de mis intenciones con Pablo y que de verdad sintiera algo por el.Llego la hora del patio y como cada día ahí estábamos nosotras, Pablo había echo amigos pero aún así siempre se quedaba un rato a la hora del patio conmigo.

—Hola chicas!! Hola —dijo mirándome—

—Hola —susurre—

—¿Estas bien? —pregunto preocupado—

—Si si claro es que no me encuentro muy bien—le mentí-

—-Ven aquí anda —dijo, me abrazo y me empezó a dar besos en la frente. Amaba que hiciera eso, solo me lo hacía a mi, eso significaba algo no? Cuando note como me estaba ilusionando, aparte a Pablo, vi su mirada de confusión—Lo siento es que me duele mucho —el sonrío y me beso la frente—

—Me voy con los chicos cualquier cosa me llamas, adiós chicas. —Nada más irse Pablo todas me preguntaron—

—Yo creo que él también siente algo por ti.

—Si, cariño de hermana —conteste bufando—

—Tía no seas así—volvimos y al girar para ir a mi clase vi en la puerta de la clase de Pablo a él y a mi amiga la que es perfecta, vi como se reían y como bromeaba Pablo con ella, me debí de quedar parada en medio del pasillo porque mi amiga lo noto—

—¿Cielo estás bien?

—Si claro —conteste—Voy al baño okey? —Fui al baño a beber agua y al acabar me giré y le vi apoyado en la pared mirándome—

—¿Que te pasa?

-Nada —intente salir pero él me bloqueo la salida—Pablo déjame pasar.

—Oye va hazme caso, quiero hablar contigo —dijo cogiéndome del brazo—

—Vete a hablar con Cintia que se te ve muy feliz con ella —le conteste y salí del baño, al llegar a clase les conté a mis amigas la contestación que le había dado y ellas se empezaron a reír—

—Ojalá salgáis pronto ya.

—Ojalá —susurre—El día se acabo y al salir ellos volvían a estar juntos, les estaba mirando cuando justo mi amiga miro, me puso cara como de si estaba bien y le hice que si con la cabeza con una pequeña sonrisa, Pablo se dio cuenta y también se giró, vi que se despedía de ella. Me giré y empecé a caminar.

—Ey ey!! Espérame —dijo riendo—Sigues enfadada?

—No estoy enfadada.

—Algo te pasa conmigo.

—Que no Pablo enserio.

—Es porque estaré las navidades fuera y no tendré cobertura y no podremos hablar todo el rato?

—Claro que no, me alegro que vayas, estarás con tu familia.

—¿Entonces que es?

—No se ,estoy rara la verdad —le confesé—

—Uuuy eso me huele a regla ?

—No no aún no.

—Es verdad te baja para el 6 cosa así,—me lo quede mirando embobada Pablo era un chico súper atento, mono y cariñoso, la chica que estuviera con él sería súper afortunada—Entonces que te pasa corazón mío? —Dijo enrollando su brazo en mi hombro—

—Nada enserio, para reyes estarás aquí? —Le pregunté cambiando de tema—

—Claro que lo estaré, tantos días sin mi no sobrevives —dijo riendo, yo me eché a reír. Pablo me acompañó hasta mi casa como cada día, estar con él era mi hogar, me sentía en paz, me olvidaba de todos los problemas presentes, los futuros y los que mi cabeza se imaginaba, era como un antídoto para mis problemas. Nada más llegar al portal nos despedimos como siempre, pero yo tenia un sabor agridulce en la boca, no le vería hasta reyes, casi dos semanas, se que le extrañaría muchísimo y más sabiendo que tenía que ir a casa de mi familia paterna, él al despedirse hablo-Escúchame quiero que me prometas que vas a estar bien, pasa de todo, y de todo el mundo vale? Y si te agobias te vas y punto, te inventas que te ha dado un ataque de los tuyos y ya, vale Chloe prométemelo, quiero irme tranquilo —me dijo preocupado—

—Te lo prometo —susurre, el se acerco y beso mi frente con cariño—

—Nos vemos en dos semanas.

Adiós —susurre viendo como se iba. En el ascensor me vi en el espejo, mis ojos miraban al cristal pero mi mente estaba juzgándome, el pelo, el cuerpo, todo. Suspire y llegue a casa, comí escuchando las anécdotas que mi madre y abuela me contaban sobre hacía años, a mi me encantaba escuchar historias sobre cosas que habían ocurrido en mi familia, estuve riéndome bastante y ahí me olvidé de todas mis ralladas, de todos mis problemas, de todo. Quizás la navidad me ayudaba a salir del bache en el que algunos días salía y otros me tiraba de cabeza. Pero me reconfortaba el saber que estaría con mi familia postiza como yo decía, a mi primo al cual quería como un padre, a sus hijos a los cuales quería como si fuesen mis hermanos y a Julián al cual quería como mi abuelo sin que lo fuera realmente, deseaba que llegara el momento en el cual nos juntáramos todos y nos riéramos de todo. Eso para mi es el motivo por el cual sigo celebrando la navidad.