Hasta Ahora - Minwon

23

Wonwoo

Los tres lograron trabajar juntos para limpiar el apartamento de Mingyu, y el domingo fueron al aeropuerto, listos para el vuelo de larga distancia de regreso a California. Wonwoo había reservado boletos para él y Mingyu, y Jisung reservó por separado, lo que hizo que Wonwoo se sintiera agradecido. Las cosas habían estado tensas, pero tolerables, y Wonwoo se alegró de tener las pocas horas a solas en el avión con Mingyu para poder hablar mejor sobre lo que podía decirle a Jisung sobre las cosas entre ellos.

Su relación no había surgido desde que los atraparon inicialmente, y Wonwoo sabía que Jisung había dejado la conversación en un segundo plano en su mente para que pudieran pasar el fin de semana. Era solo cuestión de tiempo hasta que volviera a surgir.

En el aeropuerto, llamaron para abordar en primera clase y Jisung se puso de pie, encogiendo su bolso sobre su hombro. Se despidió rápidamente, dándole a Wonwoo una mirada curiosa antes de desaparecer por la pasarela. Una vez que Jisung estuvo fuera de la vista, Mingyu suspiró a su lado, descansando su cabeza en el hombro de Wonwoo. No era la primera vez que estaban solos desde que apareció Jisung, pero era la primera vez que se sentían solos.

"¿Estás bien?", preguntó, besando la parte superior de la cabeza de Mingyu.

"Estoy contigo", respondió Mingyu.

Wonwoo sonrió, comprendiendo hasta la médula lo que Mingyu quería decir. "¿Te gustaba cómo iban las cosas entre nosotros antes de que llegara tu papá?".

Mingyu asintió.

"¿Quieres seguir así? ¿Explorar un poco más?"

"Cuando estemos en casa".

"Está bien", estuvo de acuerdo.

Había pasado muchas de las horas tranquilas pensando en el cambio inesperado en su dinámica y lo que significaba para el futuro de su relación. No era que Wonwoo no quisiera tener algo que bordeara las 24 horas, los 7 días de la semana, era que nunca antes había pensado en eso como una posibilidad para él. Y sabía que lo que fuera que Mingyu y él hicieran no sería una rutina de alto protocolo, pero tal vez los roles asignados fuera del dormitorio serían agradables.

Mingyu tomó su mano y se sentaron juntos disfrutando de lo que Wonwoo temía serían los últimos minutos de paz entre ellos. Quince minutos después, subieron al avión y pasaron a Jisung en silencio con los dedos entrelazados. Wonwoo pudo sentir el peso de la mirada de Jisung mientras avanzaban por el estrecho pasillo, pero apretó la mano de Mingyu para tranquilizarlo, con la esperanza de que pareciera creíble. Estaban en territorio desconocido, pero ahora sabía, más que nunca, que era importante para él mantener su presencia y control sobre la situación. Si no era por su propio bienestar, entonces era por el de Mingyu.

Se abrocharon el cinturón, se acomodaron, la cabeza de Mingyu contra su hombro otra vez. Wonwoo cerró los ojos y se tapó los oídos mientras el avión ascendía hacia el cielo nocturno. El dedo de Mingyu se movió contra la parte superior del muslo de Wonwoo, pero no pudo determinar si Mingyu estaba trazando una forma, palabras o nada en particular.

"Levántate", la voz de Jisung sacó a Wonwoo de la tranquilidad en la que había caído.

"¿Qué?".

"Mingyu", aclaró Jisung, moviendo el dedo hacia la parte delantera del avión. "Has sido removido a un mejor asiento".

"Estoy bien aquí", murmuró Mingyu, con la boca presionada contra el hombro de Wonwoo, ya medio dormido.

"Levántate, Mingyu", dijo Jisung de nuevo. Se inclinó para acercarse a ellos, su voz enojada sin ser fuerte.