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Es mi hora de salida, y justo termine de leer el último capítulo de la novela web: "Tu voz", donde un jefe de una editorial de una revista de moda masculina se enamora de un joven músico con un pasado lamentable, que además debía de pagar las deudas de su padre desaparecido.

Debía de admitir que había sido un buen final, pues el chico había podido pagar las deudas haciendo lo que más le gustaba, y tener un lindo amor con el jefe de la editorial. Habían sido una pareja muy saludable.

Una historia amargamente dulce... si es que eso era posible, la verdad era que me había gustado mucho, pues hacía mucho que había dejado de leer novelas.

―¿Todavía no te vas, Blendhardt? ―preguntó mi jefe.

Eleve la vista de mi celular, para encontrarme con la mirada imperturbable del Sr. Asher Clark, el jefe de la editorial de moda masculina en la cual trabajaba, y... el protagonista de la novela en la cual me encontraba. Claro, un tipo como el era digno de ser un protagonista.

Y por alguna razón, eso hacía que un sabor amargo se instalara en mi garganta. 

―Estaba por irme, Sr. Clark ―respondí sonriendo de manera cortés.

El observó mi rostro por unos segundos, pero mi sonrisa permaneció intacta. Su presencia es considerada intimidante, pero después de pasar tiempo con él, me acostumbre a ello. Además, no era un mal jefe, nunca me exigía cosas que estuvieran fuera de mi capacidad o mi crecimiento, siempre era lo justo. Sin duda, un gran jefe.

―Que no se te olvide que necesito que estés mañana en mi casa a las ocho de la mañana ―me recordó.

Abrí los ojos con sorpresa. Claro, mañana era viernes, y debía de hacer el resumen de la semana para él.

―Claro que no se me va a olvidar ―respondí con tranquilidad.

―... De acuerdo, entonces me voy ―comenzó a caminar.

―Que pase buena noche ―me despedí.

Me dedicó una última mirada, y asintió.

Lo observé alejarse de mí, y entonces se montó en su auto, y se fue.

Por primera vez en mis siete años trabajando para el Sr. Clark, deseaba que la semana se acabara con rapidez.

Miré hacia la editorial, admirando el gran edificio en el que trabajaba. Se sentía extraño verlo ahora, después de haber leído la novela de hace rato y darme cuenta de tantas cosas.

Camine hacia mi auto, me monté en él, y entonces miré mi celular, en el cual se mostraba la portada del libro que había terminado de leer, ¿de verdad me estaba pasando todo esto? 

Apreté los labios, es que no importaba cuanto lo pensara, simplemente era ridículo, pero... aquellos "personajes"  de la novela web "Tu voz", eran reales, y yo trabajaba para uno de ellos. Mi nombre era mencionado en aquella novela, e incluso habían ilustraciones en las cuales aparecía, y en definitiva era yo.

No tenía ningún problema con ser un personaje extra en una novela gay, lo que me afectaba, era el cómo el autor se refería a mi.

"Un adicto al trabajo sin vida propia".

Admito que sí soy un adicto al trabajo, y no tengo ningún problema con ello, o al menos no lo tenía hasta que leí aquella novela, y vi cómo me desgastaba de apoco. Mientras las ilustraciones avanzaban junto a la novela, mi mirada se apagaba cada vez más. Era extraño, porque no muchos autores le prestan atención al secretario, pero notar que incluso el autor hacía notar el deterioro del secretario... o más bien, "mi deterioro", hasta que finalmente, morí. 

The Secretary is an extraWhere stories live. Discover now