Seré La Matriarca En Esta Vida | Novela

🦢Capitulo 067🦢

C67

"Lady Florentia..."

Estira  me dio un fuerte abrazo.

"Qué sorprendida me sentí al recibir la carta".

Las lágrimas se formaron alrededor de sus ojos más maduros durante el tiempo que no los había visto.

"Así que estudia la cura para Tlenbrew ....."

Estira murmuró como si se hubiera dado cuenta, y rápidamente se calló cuando vio al hermano ya la hermana Clarivan parados detrás de mí.

Le preocupaba que una persona estricta supiera la historia interna.

"Hola, Estira."

Señalando a la gente detrás de mí, dije.

"Estos son Clarivan y Laurel".

Encantado de conocerte. Soy Laurel Dillard.

"Estira."

Estira estaba perdida cuando Laurel, que era mi dama de honor pero aún tenía un sentido de nobleza, la saludó cortésmente.

Y Clarivan dijo hola.

"Cuánto tiempo sin vernos, señorita Estira."

Estira vivía en la mansión de Lombardi, por lo que conocía al Clarivan.

Pero fue Clarivan como mi maestro hasta cierto punto.

Él, no como un hombre de Florentia.

"Está bien, puedes hablar cómodamente frente a estos dos".

"Sí......."

Asintiendo con la cabeza, Estira todavía se veía incómoda. Si mira a las dos personas.

Primero llevé a la habitación de invitados preparada para Estira.

"¡Bueno, no necesito una habitación tan lujosa como esta, señora!"

"No, Estira es definitivamente mi invitada. Y tengo un laboratorio separado. Estaba pensando en instalarlo cerca del laboratorio del Dr. O "Malley", así que lo construí aquí en el anexo. ¿Estás bien?"

"Si, gracias."

Dijo Estira, todavía sin estar familiarizado con la lujosa habitación de invitados.

"Quiero que Estira cuide a mi papá en sus mejores condiciones".

Los ojos de Estira cambiaron ante mis palabras y asintió con firmeza.

Desde el momento en que vi a Estira, seguí diciendo la pregunta que quería hacer.

"Entonces ... ¿cómo va tu investigación?"

Hemos estado intercambiando cartas de vez en cuando y hemos estado al tanto del progreso aproximado.

Finalmente, la carta de Estira contenía preocupaciones sobre la proporción de medicamentos.

Y después de recibir mi carta anunciando el brote de mi padre, Estira escribió que dejaría la academia de inmediato.

Toda una semana después de eso.

Solo esperaba que Estira viniera con la cura.

"¿Hiciste la medicina?"

En lugar de responder, Estira abrió su preciado bolso y rebuscó.

Sentí que el tiempo de esperar con los puños cerrados era interminable.

"Aquí tiene, mi señora."

La medicina de Estira era un líquido verde oscuro en una pequeña botella de vidrio.