Seré La Matriarca En Esta Vida | Novela

🦢Capitulo 112🦢

C112

Pérez se ha ido a la Academia.

Fue hace unos días.

Excepto que ya no hay razón para ir al palacio, mi vida diaria no ha cambiado mucho.

Fueron una serie de días en los que me ocupé del negocio de Pellet y, a veces, pasaba por la oficina de mi abuelo para comprobar si estaba tomando bien los medicamentos y comían juntos.

Mi padre estaba de viaje de negocios para comprobar la sucursal de ropa adicional en el sur.

Mi padre estaba ausente y los gemelos están ocupados entrenando.

Habiendo estado ya en Pellet por la mañana, me dirigía a la oficina para almorzar con mi abuelo.

Larane, que se suponía que iban a comer juntos, decidió reunirse en el restaurante.

Creo que estoy un poco aburrido sin Pérez .......

"¡Puaj!"

De repente, me vino a la mente esa mañana.

"¡Porque un chico joven tiene una cara bonita!"

Oh, no lo creo.

Pérez es inteligente, usa bien las espadas y tiene una personalidad agradable.

De todos modos, ese día estaba tan avergonzado que ni siquiera pude regañar y dejarlo ir.

"La próxima vez que te vea, te daré una palmada".

Te voy a dar un duro.

Si te portas mal con esa cara bonita, el imperio probablemente se volverá loco.

Mientras caminaba con ese pensamiento, estaba frente a la oficina.

TOC Toc

Llamé, pero extrañamente no hubo respuesta.

Estoy seguro de que sabe que voy.

Hice tapping de nuevo, pero no hubo palabra.

por casualidad

Por el momento, mi corazón se hundió.

"¿Abuelo?"

Sabía que era de mala educación, pero abrí la puerta de la oficina.

Y tan pronto como entré, pude encontrar a mi abuelo leyendo algo frente al escritorio.

Oh, gracias a Dios.

Barrí mi pecho hacia adentro.

"Abuelo, ¿estás ocupado?"

Me paré en la puerta y llamé una vez más, y mi abuelo se sorprendió y apartó los ojos del papel.

"Oh, Tia está aquí. ¿Qué estás haciendo allí sin entrar? Ven aquí".

Afortunadamente, a mi abuelo no parecía importarle mucho que yo abriera la puerta sin permiso.

"¿Estás muy ocupado?"

"Hmm. He estado sintiendo un poco de eso últimamente."

Respondió el abuelo, sonriendo pero presionando con fuerza alrededor de sus ojos.

"¿Tienes malos ojos?"

"¿Eh? No es nada. Cuando llego a la edad de este abuelo, mis ojos se oscurecen. Todavía no sé nada de la pequeña Tia".

El abuelo lo dijo y me dio unas palmaditas en la cabeza.

Pero examiné cuidadosamente el cutis de mi abuelo.