"¿Hay mas gente aquí con la que pueda hablar?" Le preguntaste al hombre de mirada perdida que se entretenía con unos papeles.
"¿Quieres hablar con alguien mas?"
"Era solo curiosidad"
"Hay otros miembros en Bonten, si sales del cuarto no seria muy difícil que te toparas con alguno"
"¿Puedo salir del cuarto?"
"Si"
Que te permitiera salir de aquellas cuatro paredes ya era un beneficio.
La confusa mezcla de sentimientos de hace unas horas ya se habían esfumado, sabias que podías estar un poco mas tranquila, no había nada que pudieras hacer por el momento y eso ya estaba aceptado. Así que con el peli blanco vendado y ocupado decidiste tomar un baño para meditar un poco todo lo que había sucedido de la noche a la mañana.
Había una pequeña vela con aroma a lavanda a un lado de la bañera.
"Mikey puedo encender una vela?"
"Ten cuidado" De su bolsillo sacó un encendedor invitándote a acercarte para tomarlo.
"En el hospital me dijiste que no escaparías" Mencionaste una vez cerca aprovechando para dar un lejano vistazo a los papeles que leía. Solo eran escrituras de propiedad.
"Te dije que no volvería a la celda. Date la ducha o entraré yo"
Volviste al baño, no antes de echar un vistazo al closet y tomar unos jeans y una camisa blanca.
Los debates mentales no son para nada divertidos. Al menos no en esta situación.
Manjiro ya no estaba y una parte de ti quería salir del cuarto a explorar un poco por la casa, al menos para encontrar algo de comer. Pero la otra parte... Estaba realmente aterrada de las posibilidades.
Mikey podría enfadarse...
Y si me topo con alguien?
Pensarán que quiero escapar?
Bueno... Si quiero escapar...
Y si me matan?
Aquella lista de posibilidades podía seguir y seguir hasta el millón, así que tomaste la decisión mas simple, tomaste una pequeña almohada de la cama y la lanzaste al aire, si caía boca arriba te quedarías en la habitación, de lo contrario, saldrías.
Aunque no sabias si estar feliz o decepcionada del resultado.
Con lentitud asomaste tu cabeza entre la puerta encontrándote con un pasillo vacío a excepción de una puerta a un lado de tu cuarto, al no ver a nadie tomaste un respiro y algo de confianza para salir.
A primera impresion no habia nada de que asustarse, solo una casa normal. Bueno normal no, jodidamente grande pero al menos no habia un cuerpo en el piso.
Lo unico que hayabas desalentador era la cantidad de pasillos. No parecias encontrar ningún indicio de a donde ir. Hasta que escuchaste una voz a tus espaldas.
"Joder le dije a los Haitani que dejaran de meter sus putas en la casa. Te daré el doble si dejas a los hermanos plantados y te vas"
"Los Hairamis?" Preguntaste una vez que lo miraste. Alto. Cabello blanco y un tatuaje en la cabeza.
Tus palabras sin duda le sacaron una carcajada al encontrar una nueva manera de llamar al par de hermanos que lo molestaban.
"¿De parte de quien vienes?" Preguntó retomando la compostura mostrándote el arma enfundada en du pantalón al mover su saco.
"De Mikey"
"Mentirosa. Mikey no trae a nadie, habla o te meto una bala en la cabeza. Sería una lástima arruinar ese lindo rostro" Te arrepentías profundamente de haber salido del cuarto. Tu cuerpo estaba tenso y no sabías cómo responder.
"Hajime no hagas idioteces. Es la mujer de Mikey" Un tercero se unió a la conversación, se abrió una puerta frente a ambos dejándote ver al misml hombre del callejón. Alto, con una curiosa cicatriz y de nuevo con un cigarrillo.
"¿La doctora?" Preguntó el peli blanco.
"Si tarado. No hagan un escándalo algunos intentamos dormir" Volvió a cerrar la puerta de un golpe dejándote de nuevo con Hajime.
"Linda te recomiendo ponerte un letrero en la cabeza que diga 'Doctora de Manjiro' de lo contrario es mas probable que termines con un disparo a que Takeomi deje el cigarro" Sin esperar otro segundo y con una ligera sonrisa camino en dirección contraria dejándote a tu suerte.
"...Bola de locos"
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