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— Mami, mami mira — dijo una niña levantando un frasco — Atrape una mariposa
La mujer se dio vuelta al escuchar lo que su hija le dijo, vio que la niña tenia un frasco en su mano donde una mariposa amarilla descansaba.
La niña no podía apartar la vista de ella estaba maravillada.
— ¿Dónde la conseguiste? — le preguntó su madre secándose las manos
— Estaba en el jardín en una flor — explico con una sonrisa – No es hermosa
— Es muy linda amor — se agacho a su altura — Pero tenemos que dejarla libre
— ¿Por qué? No, ella es mía — se abrazo al frasco y salió corriendo hacia su habitación
Se acerco a su mesa y la dejo, se apoyo en sus dos manos viéndola, sentía que por fin tenia un amigo, a pesar de que siempre tuvo a sus dos hermanos a ellos no le gustaba jugar a las muñecas o a la hora del té.
— Tu serás mi nueva amiga — dijo con emoción — Y estaremos juntas siempre
Se paso la tarde platicando con ella y coloreando.
— Adhara a cenar — escucho su madre
— Es la hora de la cena — dijo levantándose — No tardo flora vuelvo pronto
Salió de su habitación bajando a cenar sus hermanos ya se encontraban en la mesa, se sentó en ella no sin antes darle un beso a su padre en la mejilla, pronto todos comenzaron a hablar de su día y que habían hecho, sus padres ponían atención a cada cosa que sus hijos decían sin excluir a ninguno.
— Y tu renacuajo — la llamo su padre — ¿Qué hiciste?
— Nada interesante — se encogió de hombros — Pero hice una nueva amiga
— ¿Así? — preguntó viendo a su esposa en busca de una respuesta
— Porque no le muestras tu nueva amiga a tu papá — le dijo su madre
La niña salió corriendo para ir a su cuarto por su nueva amiga, sus hermanos estaban extrañados pero no dijeron nada.
— ¿Nueva amiga? — preguntó el padre a su esposa
— Atrapo a una mariposa hace algunas horas y no ha querido dejarla ir — explico — Veamos si tu puedes convencerla
Él asintió en modo de compresión, los niños suspiraron de alivio pensaban que podían quitarles a su pequeña hermana y eso no les gusto en nada.
Se escucharon pasos tranquilos y todos voltearon a ver a la pequeña con un frasco en la mano, pero tenia la mirada gacha y los pequeños hipos que salían de su boca alarmo a sus padres.
— ¿Qué paso princesa? — preguntó su padre acercándose a ella
— No lo sé — dijo con un sollozo — Mi amiga ya no se mueve papá
