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Me encontraba en mi habitación la cual está llena de fotos de mi Max ♥︎ por supuesto ¡bueno el caso! que de pronto escuché alguien tocas mi puerta así que pregunté.

—¿Qué ocurre madre?
—En la entrada hay un amigo esperándote
—¿Un amigo?

Extrañado salí, bajé las escaleras, al llegar a la entrada ¡vi a Max! ¡¡De verdad se presentó a mi casa!! ¡¡le di mi dirección pero nunca esperaba que realmente viniera!!

—¡Max!— Me acerqué alegrado.
—¡Hola Nathaniel! ¿puedo pasar?
—¡CLARO QUE SÍ!

Rápidamente lo tomé del brazo, subimos las escaleras y antes de entrar a mi habitación le dije que esperara allí.

—¿Puedes esperar aquí un segundo? Tengo la habitación algo desordenada
—Sin problema— Respondió.

Entonces cuando ya quité todas las fotografías suyas que habían pegadas a las paredes abrí la puerta; lo dejé pasar ovbiamente, luego nos sentamos en la cama y la verdad estaba tan agitado de que él estuviese tan cerca de mí.

—(Haah.. De verdad está aquí.. Se ve incluso más atractivo de cerca ¡¡es tan genial!! ¡creo que estoy tan nervioso que mi corazón va a estallar! esta sensación me fascina demasiado, espero controlarme..)
—Nathaniel
—¡¡¿Si?!!
—Bueno verás..

Apartó la vista.

—Últimamente he estado oyendo ciertos rumores.. Y ya que nos lo contamos todo quería hablar contigo sobre esto
—¿Q-qué? (¿qué rumores exactamente?)
—April

La situación se tensó de repente.

—¿Tuviste relaciones con ella?

No esperaba que él me preguntara sobre esto algún día por lo cual no estaba preparado para oír eso, más bien no quería oírlo. Me sentí tan frustrado al escucharlo, frustrado porque todos me preguntaban por ello cada día, porque quién esparció aquellos rumores fueron las personas más desagradable que he conocido.. No quería seguir quedándome en silencio como hace dos años atrás.

—¿Por qué todos me preguntan eso? ¡No tuve relaciones con April! Ella.. Ella...

Con ojos llorosos lo contemplé.

—Ella 4busó de mí. No quería, ni si quiera me gustan las chicas..

De un momento a otro mis sentimientos de felicidad se habían desvanecido, pensaba que Max no me creería como todos los demás y eso provocaba un desagradable dolor en mi pecho.

—Nadie me cree..

Él se aproximó hacía mí, se percató de que estaba temblando y con suavidad me tomó de la mano.

—Yo te creo Nathaniel, no te preocupes
—Max..

Su cálido tacto y su hermosa sonrisa fue lo mejor que había visto, ahí fue cuando me di cuenta que lo único bonito en mi vida que tenía era él.

Max es la razón por la que me despierto todos los días, es la razón por la que voy a la escuela, la razón por la que estudio; para poder seguir en su mismo curso, la razón por la que soy feliz, él es mi única razón para vivir.

—Gracias..— Comencé a llorar desconsoladamente y él me abrazó.

Es increíble como siempre me siento sucio pero cuando él me muestra su cariño no me siento así.

Después de que yo me tranquilizara mi madre apareció en mi habitación pidiéndome que fuese a por unos recados, me molestó un poco pero también quería tomar el aire un poco así que le pedí a Max que esperase allí por mí y me dirigí hacía la tienda.

—Uhm.. ¿Qué podría hacer para que Max se aleje de aquel amigo suyo? debería empezar a pensar en algo-

¡PUM!

De repente alguien chocó conmigo.

—¡Apártate del camino imbécil!— Gritó.
—¡Pero si tú fuiste quién chocó!

Sin más remedio enojado tuve que recoger la lista de compra que se me había caído debido al choque.

—Idiota.

No me gustan las personas porque todos ellos siempre me hacen daño, desde que tengo memoria entre mis recuerdos hay más malos que buenos.

¿Por qué estoy pensando en esto ahora? ¿cuándo fue que me volví tan débil?

Podría ser cuando mi padre me pegaba, todavía lo recuerdo con claridad, él era un agresivo alcohólico que habitualmente se desquitaba conmigo o con mi madre. Me golpeaba por cualquier mínimo fallo que tuviese, me dolía tanto como si me clavasen cien apuñaladas por mi cuerpo sin embargo sus golpes no eran lo que me dañaba sino saber que de verdad él me odiaba.

Traté de hacer que él se interesara por mí en distintas ocasiones pero no ocurría, nunca se interesaba por mí, ¡nunca quería hablar conmigo! ¡ni si quiera parecía ser mi padre! ¡¿por qué fue así conmigo?! ¡no lo comprendo!

—Esta abominación quiere ahora robarme a lo único que me queda a mi Max ¡NO ES JUSTO!

Intenté calmarme respirando hondo.

—(Quizás si le dijese la verdad a ese tipo le alejaría)

Pero tranquilizarme sólo hizo que mi cerebro se derritiera, al menos rápidamente me di cuenta de la estupidez que se me acababa de ocurrir.

—(¡JA! ¡¿Pero que le voy a decir?! ¿que no tengo un padre, ni amigos y que Max es lo único que tengo? ¡¡Que idiota soy!!)

Estaba a punto de entrar a la tienda cuando de pronto una conversación ajena llamó mi atención.

—Como lo digo.. Creo que tengo un problema

Decidí fisgonear mirando por la ventana ¡era el mejor amigo de mi Max! estaba conversando con el dependiente, probablemente sean conocidos.

—¿Un problema?
—Con robar. He llegado a robar en tiendas de ropa e incluso he llegado a robarle a mi mejor amigo
—Eso tiene un nombre, creo que era cleptomanía
—(¡¿ÉL LE ROBÓ A MI MAX?! Espera un momento ¡esto es lo que estaba buscando! ¡si se lo cuento a Max se alejará de él!

MaxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora