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Nathaniel, Max

Desde aquel día yo y mi querido; bello y hermoso Max nos aferramos a todo lo que había ocurrido, para aclarar justo después de terminar de tener sexo con aquel imbécil lo troceamos en varios trozos. Max lo probó, yo no lo hice puesto que no me llamaba la atención aquello sin embargo me llenó de alegría poder verlo tan emocionado, sus ojos se iluminaron como nunca antes lo habían hecho y su expresión tornó a una feliz.

—¿Qué vamos a hacer con sus huesos?— Le pregunté.
—No te preocupes por eso, yo lo haré desaparecer
—Hm..

Él disolvió los restos en una especie de líquido; la verdad es que yo no tenía conocimiento sobre nada de eso así que simplemente vi como lo realizaba.

Al comienzo estaba bien con lo que habíamos hecho ¡aquel idiota ya no estaba y Max me quería! pero con el transcurso del tiempo empecé a preocuparme demasiado; tanto que llegó a un punto en donde de verdad me sentía paranoico a todo momento.
Cada vez que veía o escuchaba el coche de la policía, las personas al caminar..

—Nathaniel ¡ya llegué!
—¡Max!

Me aproximé rápidamente hacía él quién acababa de llegar y permanecía en la entrada del hogar, luego él dejó sus pertenencias a un lado y tomó mi mano.

—Vamos afuera— Exclamó.
—¿Afuera? ¿para qué?
—Hace mucho tiempo que no salimos
—Está bien..

No entendía porque estaba así últimamente, era la primera vez en mucho tiempo que experimentaba esto.

Percibía a mi alrededor que todos me estaban observando y juzgándome con la mirada, era muy desagradable, quizás ellos podían ver a través de mí lo asqueroso que soy ¿pero por qué me inquietaba aquello? se supone que hice lo correcto ¡me vengué de todo lo que me han hecho por años!.. Tal vez me cuestionaba si en realidad yo me merecía todo lo que sufrí.

—¿Qué pasa Nathaniel? estás muy callado hoy
—E-ehm.. Y-yo n-no me encuentro bien...
—¿No? déjame ver

Sin previo aviso él se acercó hacía mí, para mi sorpresa él sonrió.

—N-no me m-mires así Max, no es el momento..— Traté de contestar.
—Te he traído afuera no sólo para dar un paseo ¿sabías?

Acarició mi rostro con delicadeza.

—Concéntrate solo en mí ¿okay? quiero que hagas algo por mí
—¡SI! ¡YO HARÍA LO QUE FUERA POR TÍ~!
—Quiero que me ayudes de nuevo~
—Haah.. Haahh.. Hah..
—No en ese sentido

Al oírlo dudé por primera vez en si debería ayudarlo más a los pocos segundos decidí asesinar una vez más por él.

—Está bien amor, lo haré por tí~

Asesinar se volvió constante porque Max cara vez quería comer más y más carne humana, yo necesitaba detenerme ya que debido a mi paranoia y preocupación estaba iniciando a volverme menos cuerdo incluso que antes. No creía que esto fuese a pasar nunca. Aunque tenía a mi querido Max solo para mí, que es lo que siempre quise, no podía continuar asesinando a más personas; me estaba agotando.

—Max..
—¿Si?

Entrelazaba mis manos con nerviosismo mientras le hablaba.

—Ya no quiero seguir matando
—¡¿Qué?! ¿es una broma?— Me miró muy sorprendido.
—No es una broma

Veloz su expresión cambió a enojo.

—¡Dijiste que me aceptabas así como era! ¡¿sabes si quiera lo que tuve que soportar por tu obsesión conmigo?! A pesar de que eres repugnante te acepté, tú deberías hacer lo mismo
—Ya pero..

MaxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora