Capítulo seis

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Normalmente Norah llevaba sola la cafetería, pero a veces la ayudaba una estudiante, así que el lunes la había llamado para que el miércoles se hiciera cargo desde después de la hora de la comida. Quería relajarse y prepararse a conciencia para aquella noche.

Y así llegó, casi sin darse cuenta el día de su cita con aquellos dos hombres.
Dejó preparada en la cama la ropa que había escogido para aquella noche. Ropa interior negra, se decidió por el más sexy que tenía, y a juego un conjunto de falda larga abierta hasta el muslo y un top negro sin espalda. Nada demasiado elegante, aquella noche quería ser más ella misma.

Se preparó un baño con aceites esenciales y el agua muy caliente. Llenó el baño de velas, una copa de vino y ya estaba lista para relajarse.

Quizás pasó demasiado tiempo en el agua, y dio por finalizado el baño cuando sus dedos empezaron a arrugarse.

"Vamos Norah, no querrás que te vean así"

Todavía no les había dicho nada a las chicas, estaba segura que Emma no le diría nada, pero no de si quería escuchar a Susan decirle que aquello no era buena idea.

Asi que se decidió por llamar a la primera.

-Emma, ¿Estás ocupada? - preguntó cuando descolgó el teléfono.

-No para ti -respondió- ¿Todo bien? - la conocía demasiado.

-Mmm si, solo quería seguir con nuestro pacto de avisarnos cuando vamos a salir con alguien...- se quedó callada.

-¡Ohhh, eso es estupendo Norah! Hace mucho que no sales con nadie en plan cita.

-Bueno, respecto a eso ... He quedado en el club con Thomas y Seb- soltó por fin.

- ¿Y su regla de no repetir? - fue lo primero que preguntó.

- No lo sé, Thomas tan solo vino a verme a la cafetería y me lo pidió - respondió Norah.

- ¿Qué? - preguntó sorprendida- Habría apostado por Seb, Thomas parecía tan tímido. Pero espera...voy a llamar a Susan- dijo dejándola en espera.

- ¡Emma no! - pero ya era tarde, antes de darse cuenta estaba recibiendo una videollamada.

- ¡Norah! ¿Cuándo pensabas contármelo? - le recriminó Susan medio en broma, señalándola con el dedo.

- ¿Mañana?- intentó excusarse.

-Susan.... ¡El escritor fue a buscarla a la cafetería! - soltó en un grito Emma.

- ¿De verdad? Norah... A ese hombre le gustas ... ¿Por qué no salís los dos solos a un sitio más ... normal? - preguntó su amiga.

-Susan no empieces por favor ... Sabes que no quiero nada serio. Así estoy bien.

-Pero Norah...- Susan intentó decir algo más, pero Norah le cortó.

-Pero nada Susan. De verdad, me alegro mucho que hayas encontrado a tu príncipe azul. Yo ya he besado muchos sapos ...y ahora solo quiero al lobo del cuento.

Susan y Emma no pudieron evitar soltar una enorme carcajada al escuchar aquello.

-Está bien, no diré nada más. Dime que al menos probó tu tarta.

-Susan ¿Estamos hablando de tartas o de otra cosa? - preguntó Emma divertida mientras escuchaba a Norah reírse sin parar.

-De verdad, con vosotras no se puede- dijo indignada Susan.

Norah dejó el teléfono apoyado en su escritorio mientras terminaba de vestirse, y mientras se ponía unos zapatos escuchó a Susan gritar.

- ¿Se puede saber que te pasa? -.

Habitación 69Donde viven las historias. Descúbrelo ahora