Perdón si el capítulo es un poco 🥱🥱🥱 pero llevo más de una semana con una gripe horrible que hasta la inspiración se llevó. Pero no quería tardar más en subirlo. Os quiero 😘😘😘~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
A la mañana siguiente Norah despertó con el insistente ruido del timbre.
- ¡Ya voy! - gritó, aun sabiendo que no la escucharía quién estuviera tocando el timbre.
Abrió la puerta de abajo y volvió a la cama sin esperar. Vivía en la parte de arriba de la cafetería, no podía llamarse piso propiamente. Pero a ella no le importaba, se las había apañado durante los años que llevaba viviendo allí para ir haciendo reformas. Aunque sólo con tener una entrada independiente era feliz, no quería tener que entrar en la cafetería cuando estaba cerrada solo para subir a su casa. No era muy grande, una pequeña cocina, un baño, un salón apañado, en un rincón de éste, una mesa que usaba de despacho, un baño y su habitación. Sin olvidar que mirara donde mirara tenía libros. Eran su otra gran pasión. No necesitaba nada más en la vida.
Bueno quizás algo más, y una de ellas subía las escaleras en ese momento.
- ¿Norah? - la llamó cuando entró en el salón.
- En la cama ... - la escuchó desde la habitación.
-Buenos días dormilona. ¡Arriba! - dijo tirándole de la ropa de cama- ¡Dios Norah! - comenzando a reírse después de ver su trasero rojo.
-Ni una palabra Susan por favor... Me duele todo el cuerpo- le suplicó poniendo voz infantil.
Susan se puso a buscar algo en el interior del bolso y cuando lo encontró se sentó a su lado.
-Primera y última vez que hago esto por ti. La próxima, que lo hagan ellos-.
Norah no supo a que se refería hasta que notó las manos frías y pringosas de su amiga en su trasero.
- ¡Dios Susan! No me extraña que Robert esté loquito por ti, tienes haces maravillas con las manos- le dijo emitiendo pequeños gemidos.
-Eres idiota- dijo divertida- Y sino dejas de hacer esos ruiditos paro.
- ¡No por favor! Ya me callo.
Susan estuvo de tentada de darle un pequeño azote a modo de broma al terminar, pero pensó que ya sufriría bastante el resto del día.
- ¿Algo más? - preguntó antes de guardar la crema.
Norah, poniéndose de lado le extendió las manos. No era tan exagerado como su trasero, pero el roce de la cuerda había dejado alguna marca.
Susan abrió los ojos como platos y sonrió feliz por su amiga.
- ¿La cruz? ¿Por fin? - preguntó sabiendo la respuesta.
Norah asintió sonriendo también mientras se dejaba mimar por Susan.
-Me alegro. Y por tu cara parece que no lo pasaste mal. Entonces, ya no volverás a verlos ¿No? - preguntó devolviendo la crema al bolso.
- Bueno ... quizás...haya accedido a verles un par de veces al mes.
Susan suspiró y volvió a sacar la crema dándosela a Norah.
- ¿Qué? - no entendía nada.
-La vas a necesitar.
- ¿No vas a darme un sermón? - preguntó sorprendida Norah.
- Si es lo que te apetece... Soy la menos indicada para dar sermones. Solo ten cuidado ¿vale? Siento si he sido muy insistente con el tema. No quería que te metieras en ese mundo Norah. Solo prométeme que si hay algo raro saldrás corriendo- Susan pensó su palabras- Bueno tú me entiendes ... algo más raro que tirarte a dos hombres- dijo sonriendo un poco para quitarle hierro al asunto.
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Habitación 69
FanfictionCuando el placer es lo único que importa... por ahora. #6 en Hiddleston 5/05/23 💗