CAPITULO 1. DESPERTAR

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Traición.

Durante años, incluso siglos, esa palabra ha adquirido muchos significados y la mayoría de esos significados siempre terminan en un solo objetivo.

Imperdonable.

La traición siempre ha sido imperdonable, algunas veces pagada con la muerte, otras con una venganza tan larga que cuando llega es tan dulce y fría que a muchos nos encanta.

Y es que, sinceramente, a pesar de que algunas personas "perdonen" el hecho de ser traicionados no es verdad. Siempre, en algún momento, van a vengarse y lo hacen de una manera tan perfecta que incluso cuando llega su momento de atacar lo hacen con mucha precaución y cautela que incluso su enemigo nunca se daría cuenta de quién fue el que los atacó.

Anteriormente la traición se pagaba con la muerte, ahora, a pesar de que es un delito, se sigue vengando con la muerte. Y si dicen que "eso no se hace", pregúntenle a los carteles y todas aquellas personas que se creen santas y no lo son.

Y es que sinceramente nunca pensé que la traición llegaría a mí. Es decir, era bruja, como bruja era extraño que alguien te traicione por unas simples razones, por qué te temen y porque quieren ser temidos. Se preguntarán, ¿Porque temidos? Bueno, es sencillo, porque es mucho mejor tener a un brujo de aliado que a un diputado.

Si, puede llegar a sonar gracioso, pero es que todos alguna vez en nuestras vidas hemos acudido a un brujo, sin importar de donde seamos, nuestros géneros, religión. Alguna vez en nuestras vidas hemos hablado, tratado, debatido y discutido con alguno de los nuestros. Hasta cierto punto se podría decir que es más común encontrarte con un brujo en toda tu vida que conocer a tu famoso favorito.

¿Saben? Es muy común el conocer a un brujo, pero a un legado y una bruja... tsss, eso nunca se había visto. No hasta hoy.

Los rayos del sol comenzaban a brotar de entre las enormes montañas y cerros que se veían a lo lejos. La carretera estaba húmeda y ni hablar de los árboles, tierra y hierba que nos rodeaba. Entre el monte que nos rodeaba, justo en medio del camino se creaba otro, uno cercado y aunque parecía que lo usaron con frecuencia se podía ver alguna que otra zona con pasto seco y verde húmedo aplastado.

Xander dio vuelta por aquel camino, manejaba con cuidado de no perder el control del volante, el auto se tambaleaba de lado a lado por las piedras y lodo que nos rodeaba. Poco a poco el camino de lodo comenzó a desaparecer, para luego convertirse en un camino pavimentado, el cual se notaba que habían improvisado para que al llegar al destino no se ensucia uno con la tierra. Sin embargo, se podía presenciar el rastro de los neumáticos en el pavimento, desgastando el lodo que en las llantas se había quedado impregnado.

A lo lejos pude notar una cerca algo oxidada, una cadena café en mal estado la mantenía cerrada. A lo lejos se notaba una casa algo desgastada, aunque algo me decía que en cuanto cruzará aquella cerca esa vista desaparecería.

Espera aquí -me ordenó Xander. No le contesté, mi mirada seguía perdida en el entorno y sobre todo en aquel recuerdo que no sabía que tenía.

Pude sentir su mirada sobre mí. No era la primera vez que lo hacía, desde lo que pasó ayer en la noche su atención sobre mí cambió rotundamente. Ya no era frío, incluso me trataba con mucha compasión, una compasión que comenzaba a convertirse en lástima... vaya, no sabía que odiaba esa palabra.

Escuché como abrió la puerta y salió, caminó a zancadas largas y rápidas para abrir la cerca. El sonido de la cadena cayendo en el suelo no tardó en hacerse presente, Xander la tomó con sus manos y la colgó en una de las puertas cerradas para luego abrirlas y dar paso a la casa que nos esperaba a lo lejos.

CARMESÍ. ALMAS ROTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora