🅵🅴🆁🅰🅻 chansoo

Me hace pecar

Esta versión del personaje de Kyungsoo es la más terca, irritable, egocéntrica y emocional que he escrito, incluso más que la de Amuleto. Así que puede resultar irrazonable su forma de pensar o tomar decisiones como la del pico a medianoche o su negación a creer en cualquier cosa paranormal.

#Elchicodel31

A la mañana siguiente, Kyungsoo se halló solo en su habitación. Su mustia expresión apenas manifestaba el dolor que sentía al tratar de sentarse y reclinarse en la cabecera del mueble. Su mente se sentía como una tabula rasa que se llenaba lentamente con el paso de los segundos, comenzando con sensaciones y necesidades como el hambre y el frío. Miró su habitación. Había una silla con una manta sobre el respaldar a un lado de la cama y, un poco más allá, atrapado entre el borde de la mesita de noche y su celular, un papel doblado en la mitad esperaba ser leído.

Iré a la ciudad. Pasaré por la plaza en la mañana. Llama si necesitas algo.

Park

30/10

Algo dentro de él se encendió. Una pequeña idea, un indicio de la verdad que él negaba. Había sido imposible no ver sus manos vendadas al tomar la nota o ver la sangre en la pared frente a él, las pruebas se estampaban en él como una bofetada. Fuese lo que fuese que estuviese ocurriéndole, lo sobrepasaba. Tomó el celular como pudo y verificó la fecha y la hora. Eran las siete de la mañana y algo más. Revisó las noticias en el móvil y dejó que el ruido y el calor del exterior lo envolviesen. Entonces deshizo los vendajes de sus manos, encontrándose con una herida diminuta en cada palma. Por la sangre en las vendas resultaba evidente que aquello no había sido tan poca cosa en un principio, ¿entonces cómo es que se estaban cerrando tan rá...pi...do?

-Un tigre.

Sus ojos se abrieron desmesuradamente y la boca se le secó. Dejó su jersey de lana a un lado y subió su camiseta en busca de aquellas heridas graves, esas causantes de las manchas en la pared que ahora lo miraban desde la pared del frente reclamándole lo obvio. Fue al baño y miró una y otra vez en el espejo sin hallar lo que buscaba, lo que esperaba, sino la estela que de ello quedaba: cicatrices y una palabra que se imponía: Raziel.

Con la mente en aquella bestial criatura que lo había salvado, ya menos ausente que antes y con la adrenalina y la ansiedad como piernas, salió del cuarto de baño y tecleó en su teléfono móvil el nombre que había marcado su cuerpo. Sus ojos buscaron entre los resultados, terminando clavados en la puerta de la habitación y la mente en la alacena más estrecha de la cocina y en la única botella de vino que guardaba en ella. Contrario al número de páginas, Google no le estaba dando muchas respuestas.

La llamada del maestro Oh fue la única que frenó su impotencia, informándole que, por medio de una amistad, el director le había conseguido que le programasen una cita en el área de medicina general del hospital de la ciudad pues no sabía qué era lo que tenía exactamente, que debería estar allá a las dieciséis horas. Incluso se ofreció a pedir permiso y llevarlo hasta allá pues el camino del distrito en el que estaba hasta la ciudad no era insignificante.

-Muchas gracias, Sehun. Hazle llegar mi agradecimiento al director cuando lo veas. Y no te preocupes, creo que iré con Chanyeol –dijo arrugando el papelito que el mencionado había dejado en su buró. Por supuesto, luego de darse una bofetada mental ante la preocupación de su superior y su colega. Debía apartar su terquedad por ese día y buscar una solución congruente a lo que tenía a mano y no de un tigre que seguramente nadie más podría ver. También aprovecharía para comprar herramientas para su huerto y de paso un repuesto del pico que el capellán le había prestado.

-¿Chanyeol? ¿Eres amigo del cura?

¿Lo eran? Sentía que eran cercanos, pero no sabía si amigos era la palabra. Cada vez que lo veía se sentía como una polilla encantada por la luz y sabía que la próxima vez no sería la excepción. Había creído que aquello era mera curiosidad causada por la falta de sociabilidad en su vida hasta que la imagen de un tigre adquiriendo sus formas lo había asaltado hace unas horas.