Apunto de desmayarse, la presencia de alguien más a su lado evito que su mente entrara en pánico.
-Dios Tweek! ¿Te encuentras bien?- Butters lo tomo del brazo sentándolo en el suelo. Desde que llego a la escuela, supo que tenia que buscar a su amigo pues supuso que el admirador mandaría un nuevo mensaje, quito la carta de la mano de Tweek y se sorprendió al leerla ya que aquel anónimo -que el ya conocía- daría la cara para confesar sus sentimientos por su rubio amigo.
-Ay no, ay no, ay no...- repetía la misma palabra jalando su cabello gracias a la gran presión que empezaba a surgir por el mensaje. No se sentía listo para dar la cara a aquella persona, persona la cual se tomaba el tiempo de escribir tales poemas sobre el, aquellos poemas que lo avergonzaban tanto.
Durante las clases su único pensamiento en mente eran sobre sus sentimientos, lo admitía, le gustaban los poemas ya que nunca pensó que alguien escribiría o pensaría aquellas cosas sobre el, pero no lo conocía, no sabia absolutamente nada sobre el, y eso lo hacia desconfiar demasiado. Dudaba seriamente que si corresponder sus sentimientos o no por aquel muchacho desconocido. A el pasar de las horas, nuestro rubio caminaba lentamente por calle con dirección a su hogar, prefirió ir a pie ya que le gustaba observar el paisaje, le ayudaba a pensar, de tantas persona que observaba a los lejos, un figura se le hizo familiar, la de cierto pelinegro que al sentir la miraba del rubio encima y empezó a caminar hacia el.
Se sentía nervioso, y no sabia el porque, miedo no era, desde lo que sucedió en la excursión, él y el pelinegro quedaron en buenas condiciones, "demasiado buenas", o al menos eso pensaba el rubio.
-T-tweek, hola..- el rubio sintió su cara enrojecerse ante el simple saludo, estaba mudo, jalo apenado su suéter mirando hacia abajo muriendo de vergüenza por la mirada de aquel chico- como has estado?- si hubiera podido responder esa pregunta, el rubio seguramente diría que mas que nervioso, estaba muy avergonzado. Tanto por el tema del anónimo como por la presencia de Craig. Y no respondió, quedo mirando el suelo durante un largo tiempo, hasta que el pelinegro volvió a hablar haciendo que lo mirara directamente.
-Veo que no deseas hablar, jaja...- el chico solo rio falsamente y se dispuso a marcharse- Entiendo, hasta luego.- Vio al chico caminar en dirección contraria desapareciendo de su vista, si antes ya se sentía mal, ahora estaba peor. Al llegar a su hogar su única opción fue dormir hasta que sus padres llegaran, estaba cansado.
Llego la noche y ceno, todo normal, hasta que llego la hora de dormir...
No entendía, no lograba comprenderse a si mismo, sabia que lo que sentía por aquel anónimo solo era a causa de los poemas, no lo conocía, no sabia que le gustaba, que cosas hacía, como era su actitud, no sabia su nombre ni como era físicamente. Y por otro lado, no sabia porque actuó de esa manera ante Craig, los nervios cuando esta aquel pelinegro cerca eran inexplicables, aquel chico era amable con el cuando ni eran amigos, era raro, sentía un sentimiento extraño en su pecho cada que lo veía, esas raras mariposas que dicen sentir las personas... cuando se enamoran...
Pero era imposible, el no podía sentir esas cosas por alguien, recordó las palabras del joven pelinegro "eso es lo que me gusta de ti.." ¿lo que le gusta de el?¿como alguien puede gustar algo de el?, y las palabras del anónimo ¿Cómo podría pensar que era lindo?¿como pensaba que el era genial?, estaba muy confundido.
A la mañana, al llegar a su salón de clases solo pudo distraerse escuchando las locuras de su profesor sobre su novio esclavo. No le había dirigido la palabra a nadie, ni a Butters, el cual lo saludo a la entrada y solo lo miro, o cuando se encontró con el pelinegro en el pasillo solo huyo del lugar. Faltaba poco para que acabaran las clases, y se decidió.
-Creo que... seria mejor rechazar al anónimo- confeso frente de un rubio junto su novio que no tenia ni la menor idea de lo que hablaban.
-¡¿Que?!, ¿Porque?- el rubio mantequilla se preocupo de repente, pues el sabia sobre el chico y su identidad, prometió ayudarlo tanto a el como a su amigo rubio pero la confesión del chico.
-Es lo mejor, no quiero lastimar los sentimientos de nadie..
-Y que hay de Tucker?- un rubio de capucha naranja se entrometió en la conversación recibiendo una mirada desaprobadora por parte de su novio
-A-ah.. nada, el y yo no s-somos nada...
-¿ y tu porque preguntas eso?
-Los vi en el techo la otra noche, fue interesante ver a Tucker actuar de esa manera.- el rubio de camisa verde solo se sonrojo al recordarlo que sucedió.
-Lo empeoras Kenny, mejor cállate- el pequeño rubio le robo un beso a su pareja dejando algo sorprendido al chico frente a ellos, no estaba acostumbrado a ese tipo de escenas. cuidadosa mente camino hacia la salida del salón dejando a ambos melosos solos. Mantenía su mente en blanco, decidido y con determinación llego al parque sentándose en una banca, pasaron los minutos y se empezó a preocupar, aquella persona no llegaba y que no nadie pasara a esas horas por el parque tampoco ayudaba mucho.
A lo lejos la figura de una persona lo puso mas nerviosos "llego el momento.." pensó el, puso sus manos en su regazo bajando su mirada hacia estas, aquella persona estaba cada vez mas cerca y cuando justo sintió que alguien se sentaba en el otro extremo de la banca alzo su mirada encontrándose cara a cara con aquel desconocido, pero antes de reaccionar un dedo en sus labios lo callo, el chico le señalo que hiciera silencio y escuchara, sacando una carta detrás de el.
-..el momento de mi declaración a llegado, para confesar mi amor estoy preparado.
no imaginarias como son mis días sin ti, pues me carga un tristeza sin fin.
tenerte a mi lado es muy especial para mi, porque cuando estamos juntos me siento feliz.
con valentía al fin te enfrento, pues quiero expresarte mis sentimientos.
mi amor por ti siempre será eterno, si quieres te lo demuestro con un juramento.
Oh mi bello sol, cariño mío, Dos hermosas estrellas en tus ojos veo, pues la constelación más bella es lo que en ti observo.
Mi corazón siempre te pertenecerá, estar a tu lado es mi mayor deseo .
Asi que al verte a los ojos soy capas de jurar, te amo y asi siempre será..
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°ᴘᴏᴇᴍᴀꜱ ᴀɴᴏɴɪᴍᴏꜱ° [creek]
Roman d'amourEn un día como cualquiera, una carta llegaría al casillero de un joven rubio, exactamente, un poema de amor, cada día llegaría uno nuevo, cosa que haría que el destinatario de las cartas, se tomara la molestia de descubrir quien era el remitente an...