Capítulo 2

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Habíamos terminado de presentar el trabajo y creo que nos había ido genial, Andrew me miró y sonrió haciéndome entender que lo había hecho bien, fuimos a nuestros puestos y vimos a otros cinco grupos más antes de que terminara la clase.

—¿Te vienes hoy conmigo Katelyn?, vamos al cine —dijo él una vez sonó el timbre para salir a descanso.

—Bueno, pero ¿qué película vamos a ver?

—Es una sorpresa Kate —dijo haciéndome quedar con la intriga.

—Okeeeeyyy —dije yo y poco tiempo después me di cuenta de que me llamo "Kate" —. Espera, ¿eso qué fue?

—¿Qué cosa?

—Pues me acabas de llamar Kate.

—Un apodo, ¿nunca te habían puesto un apodo? —dijo el sorprendido

—No, siempre me llaman por mi nombre.

—Pues me alegra ser la primera persona que lo haga Kate —dijo mientras sonreía y poco tiempo después me daba un abrazo el cual yo correspondí.

—Gracias por ser mi amigo Andrew —dije mientras mantenía el abrazo.

—No es por nada.

Salimos del salón y fuimos a la tienda de la escuela.

Justo me llegó un mensaje en Instagram, así que, agarre el celular para responder.

Hola

Hola

¿Cómo estás?

Muy bien y tú?

Bien porque tu lo estas
Oye hoy estas muy linda

Me ruborice un poco.

Ehhh
Gracias :)

De nada bonita
Solo quería saber cómo estabas
Te hablo al rato

Ok

Andrew seguía comprando.

Compró algo para ambos, después solo caminábamos por toda la escuela en círculos y empezamos a hablar.

Creo que no había notado nada.

—Bueno Katelyn como te has portado este año, ¿si tendrás regalo para navidad? —dijo él en tono burlón.

—Muy gracioso, me he portado bien, pues solo he estado en casa sin hacer nada. ¿Y tú?

—Pues que te puedo decir, en el anterior año escolar no me fue tan bien, ya que no me importaba tanto el colegio y por eso decidimos empezar otra vida aquí en Bogotá.

—Interesante —dije yo sorprendida porque en estos dos días había demostrado ser aplicado —. Entonces no recibirás regalos, Andrew.

—Creo que no —dijo haciéndose pasar por un niño pequeño triste por no recibir regalos.

No pude evitar sentir ternura por su esfuerzo de actuar como un niño, pero también estaba que me moría de risa por lo divertido que era Andrew. Lo quería mucho.

—Todavía faltan meses al igual, apenas estamos en febrero.

—Eso es verdad —y nos echamos a reír.

Después me quedé detallándolo y hable.

—Gracias Andrew —dije sabiendo que él se había vuelto mi lugar seguro en tan poco tiempo.

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