1. Ana

1.2K 103 6
                                    

"... porque en cuanto te diviso un instante, no me es ya posible articular una palabra: sino que mi lengua se desgaja y, bajo mi piel, súbitamente se insinúa un fuego sutil..."

- Excelente cobertura chicos, es increíble lo que se está viviendo en este momento en Qatar. Ahora, Ana, déjame hacerte una pregunta a vos que seguro prestas más atención a estas cosas. ¿Cómo se las ve a las mujeres allá? ¿Todas van tapadas? ¿Se maquillan?

Me quedo mirando a la cámara mientras escucho la pregunta y reprimo las ganas de levantar las cejas incrédula. En su lugar, fuerzo una sonrisa y hasta trato de reír para responder con la mayor calma posible. Gastón, mi compañero y amigo, me mira un tanto nervioso esperando mi reacción pero se relaja una vez que termino de responder. Después de unos comentarios más, damos por finalizado el móvil y nos despedimos de nuestros compañeros en el piso.

- Yo no te lo puedo creer, te juro.

Es lo primero que digo cuando la cámara se apaga y me doy vuelta a verlo a Gastón. Él sólo me devuelve una sonrisa incómoda.

- Ya sé, fue cualquiera.

- Todas las preguntas fueron para vos, hasta me interrumpieron cuando quería aportar datos, boludo. Y la única vez que me nombra es para decir esa pelotudez, por dios.

Mientras más hablaba más me agitaba, y es que realmente parecía una tomada de pelo. Hace una semana llegamos con el equipo a Qatar, sede de la Copa del Mundo este año, con la ilusión de cubrir un evento tan importante y ver a la selección. Gastón y yo nos conocemos hace tiempo, mucho antes de ser compañeros. Él arrancó en el canal tiempo antes que yo y claro ya es más conocido en el mundo del periodismo deportivo, mientras que se podría decir que esta es mi primer "gran aparición". Y no es que sea mi primer participación, porque también estuve presente en la Copa América en 2021 pero más de fondo, sin la misma exposición que ahora con los móviles y, con suerte, las futuras entrevistas a los jugadores.

Desde que empecé a trabajar en el canal sentí que todo mi esfuerzo estaba teniendo más reconocimiento, y cuando me llamaron para cubrir el mundial lloré de la felicidad. Pero ahora lo único que recibo desde que llegué son preguntas pelotudas, interrupciones o, inclusive, correcciones- erróneas- al aire. Me sentía realmente frustrada. No es que no ame mi trabajo, pero es agotador cuando parece que nunca das lo suficiente o que tu opinión no es tenida en cuenta.

- Tenes razón, pero ya sabes cómo son. Vos relájate, es nuestra primer semana y nos falta un montón todavía, ya vas a ver que oportunidades no te van a faltar.

Suspiro. Ya sé que tiene razón y lo que menos tengo que hacer es darle importancia a esto, pero es difícil. Sin decir otra palabra lo miro y le sonrío un tanto cansada. Por lo menos lo tengo a él conmigo.

Después de eso nos fuimos a cenar al hotel y a dormir. Queríamos estar bien descansados porque mañana es el primer partido de Argentina y ya sabíamos que iba a ser un día de locos.

Lo primero que hago al llegar a mi habitación es darme una ducha. Me quedo largo rato bajo el agua caliente para que me afloje los músculos y me relaje. Antes de irme a la cama me dedico a hacer mi rutina de noche y doy por finalizado el día.

O esa era la intención, porque mis ojos no parecen querer cerrarse. La verdad es que la ansiedad me come por dentro. Mañana va a ser mi primer cobertura de un partido en vivo y no puedo evitar los nervios. Pienso en los jugadores, en el resultado y, más que nada, repaso toda la información en mi cabeza para asegurarme de no cometer ningún error.


Al otro día me despierto cansada, son las 6 de la mañana en Qatar y yo creo haber dormido 4 horas como máximo. Por desgracia, no tengo otra opción que levantarme y prepararme para el día que tenemos por delante. Con pocas ganas salgo de la cama y me preparo.

Fragmento Amoroso | Emiliano Martinez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora