Capítulo 3

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Mis manos se encontraban atadas a un hierro el cual estaba posicionado en un lugar bastante alto, esto hacia que mi cuerpo colgara. Fuertes golpes chocaban en mi rostro y abdomen, gran cantidad de sangre chorreaba de mi nariz y boca. Hasta ese punto me sorprendía aún estar consciente. No comprendía cual era el propósito de esos golpes, solamente sabía que mi cuerpo estaba al borde del colapso, estaban por darme un golpe más cuando una persona gritó: -¡Alto! Fué en ese instante cuando me desmayé y no supe nada más.



Había despertado en una bañera con hielo, mi cuerpo estaba bastante dañado por los golpes y por las quemaduras que provocó el hielo. Salí de inmediato de la bañera, me costaba mantenerme de pie. Sentía el rostro bastante hinchado, me vi en uno de los espejos que ahí se encontraban y no me reconocía, tenía el ojo derecho hinchado y con un tono azul, mis mejías tenían heridas abiertas y tenía el labio reventado, mi cuerpo tenía cortadas y hematomas bastante grandes, gritaba por el dolor y la desesperación que sentía en ese momento. Esto no solo provocó un dolor físico, sino también mental. No sabía ni como mantenerme de pie, estaba resistiendo aunque quisiera morirme.



La puerta se abrió y un tipo; alto, ojos marrones y cabello lacio entró, se quedó parado unos segundo viéndome y se acercó sutilmente, por el miedo que tenía me regresé hacia atrás y al hacer eso resbalé cayendo así a la bañera, esto hizo que gritara del dolor, no podía levantarme. Él se acercó y con delicadeza me sostuvo y mencionó:



-Lamento tanto que esté aquí, déjeme ayudarla señorita Alessandra.



Me sacó de ese lugar para llevarme a una habitación, limpió mis heridas y también suturo aquellas que se encontraban abiertas, me dio ropa cómoda y luego me ofreció algo para comer. Estaba bastante asustada, no podía confiar aunque me ayudara, no sabía que era lo que él quería así que pregunté:



-¿Qué es lo que espera de mi?



Él me vió fijamente a los ojos y mencionó:



-Espero que resista.



-¿Que resista?



-Esto solo está empezando, y se pondrá cada vez peor, si no aprende a defenderse, él la desechará como si fuera basura.



-¿Cómo pretende que me defienda? Todos son más fuertes que yo. -dije mientras me veía en un espejo el cual se encontraba a un lado de la cama.



-Eso no es verdad, usted es fuerte, yo la vi.



Fruncí el ceño extrañada por lo que él decía.



-Verá señorita Alessandra, varias jóvenes ya han venido aquí y han estado en esta misma situación, solamente que ellas no lograron sobrevivir a esos golpes, pero usted, usted resistió.



-¿Y qué pasa con eso? ¿Ahora que me harán?



-No lo sé, nadie había logrado llegar hasta aquí, pero lo que si sé es que, no viene nada bueno.



Terminé por aceptar la comida que me había ofrecido ya que estaba bastante hambrienta. Empezaba a sentirme mareada, mi cuerpo dejó de obedecerme y en solo segundos me encontraba inconsciente de nuevo.



Al despertar estaba conectada a un suero intravenoso, de inmediato me senté y noté que seguía en la misma habitación en la que había caído inconsciente. El dolor no era tan fuerte pero permanecía. La puerta se abrió y la última persona a la que vi fue la que entró, mi respiración era agitada ya que estaba preocupada, debía estar alerta a cualquier movimiento debido a mi temor por que me pasara lo mismo de nuevo. Él se acercó y se sentó a un lado de la cama, quiso sostener mi mano pero la quité de inmediato.

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⏰ Última actualización: Dec 21, 2022 ⏰

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