O5 : dead to me

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no quería separarse de sus labios, eran su maldita cárcel. tenía la esperanza de que si quackity decide encerrarlo por sus pecados con cadena perpetua fuera allí en sus dulces labios, porque después de escupir tanto veneno aquel día, había olvidado que también podían ser tan melosos como la miel y apetitosos como una jugosa cereza.

— eres tan dócil cuando te lo propones.— murmuró entre besos el más bajo. luzu sonrió y lo tomó con fuerza desde sus mejillas buscando profundizar el toque tan encantador.

el alcalde estaba atrapado entre las piernas cruzadas de quackity, mientras este jugaba con los cabellos castaños enredandolos en sus dedos y jalando leve cuando notaba que luzu quería dominar la situación, pero  su mano izquierda se mantenía con seguridad apuntando el corazón de borja.

el pobre de luzu estaba con su respiración agitada y sus sentidos a mil sabiendo que en cualquier momento quackity podía jalar de aquel sensible gatillo. bajó su mano por la espalda del azabache y se detuvo en sus alas acariciando con dulzura la zona, quacks gimió suave, asustado por el repentino movimiento empujando el revólver con más fuerza en el pecho de luzu haciendo que este soltara un quejido adolorido.

— ah, lusu...—suspiró encantado por el poder que tenía sobre el español— ¿de verdad creías que te la iba a poner así de fácil?

entre risas él se levantó del asiento empujando al castaño en el proceso, lo acorraló entre el escritorio y apuntó el arma en su entrecejo, luzu tragó grueso y puso sus ojos bizcos para poder observar el objeto que dejaría un agujero sangriento en su cabeza.

quackity cargó el cañón y ladeó su cabeza sonriendo orgulloso— ¡bom!

y disparó.

pero no salió ninguna bala, luzu había sollozado con terror. quackity miró el revólver disgustado y luego se alejó del castaño con indiferencia.

— no puedes tener tanta suerte, cabrón.— murmuró con gracia— espero no verte de nuevo, porque si te vuelvo a ver juro que-...

ni siquiera se necesitaron palabras porque volvió a disparar y esta vez una bala atravesó uno de sus autorretrato, justo en donde antes pudo haber quedado una gran herida de muerte en su rostro.
luzu apretó sus puños en debilidad, los guantes de cuero en que protegían sus manos crujieron con fuerza.

había jugado la ruleta rusa con él.

¿pero qué mierda había pasado? ¿quién era él? está seguro que hace una semana ese hombre que lo intimidaba con su fría mirada había dormido en su pecho murmurando lo mucho que lo amaba, ese hombre que sonreía sin gracia había hecho hasta lo imposible por llamar su atención, lo había nombrado padre de sus preciados patos.

ese hombre que le disparó con la esperanza de lograr herirlo lo había amado en algún punto del pasado.

sus sentidos se pagaron y viajó a su paraíso, bellos recuerdos en los que eran felices. carajo, ya no lo podía detener ¿o sí? ¿ya no podían ser amigos? ¿pueden ser amigos si acaso? quackity ya no lo miraba como antes, él realmente había dañado su confianza, había roto su dulce conexión.

— me dijiste que no me fiara de nadie en karmaland y lo hice.— le confesó mientras tomaba en pomo de la puerta con tanta fuerza que llegó a crujir— pero jamás pensé que fueras tu el que me traicionaria.

luzu lo miró perdido y él siguió hablando— el hombre con quién dormía, con quien compartí mis besos y caricias, el que secó mis lágrimas tanto de dolor y pasión. tu, luzu borja, después de todo lo que he llorado por ti... puedo admitir que estas muerto para mí.

"mentira, mentira, malditas mentiras..." pensó quackity con frustración.

— quacks.

el híbrido volteó con fuerza, sus ojos rojos irritados por aguantar lágrimas de dolor lo miraron con tanto resentimiento que fue como si una espada hubiera atravesado su corazón.

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⏰ Última actualización: Dec 22, 2022 ⏰

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