¿cómo fue que sucedió?
su ojos oscuros por primera vez en mucho tiempo brillaron inundados en lágrimas llenas de confusión y tristeza, se sentía indefenso, engañado, utilizado más que nada.
tenía el corazón roto entre sus manos, el sentimiento amargo de saber que aquella persona en la que confío lo apuñaló por la espalda sin remordimiento alguno seguía allí y él solo sonreía, estaba sonriendo como si nada.la adrenalina y la desesperación comió sin piedad sus intestinos, recorriendo como alcohol sus venas yendo a cada parte de su cuerpo. sus ojos fijos en la persona que sin ninguna pizca de arrepentimiento lo acababa de traicionar, su mente maquinando una y otra vez cómo fue que sucedió.
el dolor de una traición puede ser tan fuerte y profundo como el mismo océano.
y no es por las consecuencias, no, eso es lo de menos, este intenso fuego fue creado por una de las personas en las que más confiabas y eso duele. la dulce traición que él había puesto en marcha no le había dado más que sufrimiento y dolor. le había entregado todo su amor y confianza, pero él le había traicionado.entonces ¿esto era lo que él buscaba? porque no lo entendía y no le parecía lógico.
"— yo solo quiero que seas feliz quackity...— le había dicho con tanto cariño aquel día. sus ojos rubíes lo miraban con tanta admiración y amor que el pequeño azabache no dudo ni un momento de sus palabras.
— luzu, mi felicidad te la prometo cien por cien...— su dulce voz cautivó a los presentes y sin importar su alrededor, tuvo el atrevimiento de robar un amoroso beso de los resecos labios de su amado."
su corazón explotó en mil pedazos y sus ojos brillaron en odio.
un estruendoso grito hizo que los presentes fijaran su vista en el otro joven que estaba en el escenario completamente olvidado debido al ser el perdedor de las agitadas elecciones de alcaldía.
luzu, quién seguía celebrando su victoria, detuvo cada uno de sus movimientos para recordar un pequeño detalle en su magnífico plan.
y allí con los ojos cristalizados en lágrimas estaba él; su único y verdadero amor, lloraba con impotencia apretando sus puños y dientes, su mirada le decía tanto pero expresaba tan poco.
— tú, maldita sea.— lo señaló sin pena alguna— tú me engañaste.
luzu lo miró con suavidad y quackity juró ver un brillo especial en sus ojos rojos, uno que jamás había visto antes— ¿engañarte? no, cariño... yo- yo te salvé.
el azabache soltó una suave risa llena de sarcasmo para luego agarrar el cuello de esa camisa vino tinto que cubría su torso— ¿salvarme de qué, imbécil?
— quackity... no-
— ponme una mano encima sapo peta y juro que no la volverás a usar jamás.— amenazó con seriedad y después de tanto luzu pudo mirar el rostro del más bajito, pudiendo observar como aquel ojo azul claro, a pesar de no tener visión, reflejaba rencor y maldad— ¿solo querías esto, hum? ¿solo querías poder? ¡DIME, MALDITA SEA, HABLA Y DIME QUE MIERDA ACABAS DE HACER!
luzu tembló leve al sentir como el agarre en su cuello se hacía cada vez más fuerte y pesado de quitar. miró a su alrededor viendo cómo los héroes de karmaland veían su escena con asombro y la primera dama tenía su mano tapando su boca ocultando sorpresa y las lágrimas que ya habían bajado por sus mejillas de pan.
volvió su mirada al pequeño y cayó en cuenta de lo que había hecho. su conciencia dió un vuelco en seco con fuerza, el remordimiento de haberle causado daño lo invadió con rapidez, ¿qué podía hacer? absolutamente nada...
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ilomilo : luckity
Hayran Kurguluzu había sido desleal a quackity. la dulce traición que él había puesto en marcha no le había dado más que sufrimiento y dolor. le había entregado todo su amor y confianza, pero él había decidido traicionarlo. el veneno de sus planes comían sus i...