El lunar del ángel [GeminiFourth]

02

La pareja paseaba por el pueblo intentando no verse muy llamativos. 

El pueblo estaba en fiesta por el reciente nacimiento del príncipe; así que fue más fácil averiguar de él.

—Nació con un lunar cerca al ojo—dijo Praew con una voz tranquila—. Los reyes lo llamaron Gemini y hay rumores de que la profecía se cumplirá en el reinado de este.

"Agua y fuego; los elementos de nuestro mundo que quizá sean imposibles de unir, se enlazaran y formaran un nuevo reino donde la tranquilidad reinará, pero para llegar ahí pasaran un millar de cosas". La profecía era confusa, pero algo era claro; antes de la formación de un nuevo reino habrá caos, guerra y destrucción.

—Un lunar cerca al ojo, ¿sabes lo qué significa?—habló su madre con una voz desinteresada.

—No, madre.

—En su vida pasada tuvo un amor muy fuerte, posiblemente en esta vida se vuelva a encontrar con ese amor. Cuando lo haga será muy tarde para nosotros. No importa que tanto poder tengamos nosotros, un amor así de fuerte siempre nos ganará. Tenemos que encontrar a esa persona y destruirla.

—¿Pero cómo la encontraremos?

—Primero tenemos que tener al príncipe en nuestras manos, luego quemar la parte de su piel que tiene el lunar; si ese amor se encuentra cerca, lo encontraremos, porque su lunar también se quemará.

—¿Pero es seguro que también tenga un lunar?

—Por supuesto, son almas que están destinadas a estar juntas. Esos lunares son marcas de besos. Si tiene una cerca al ojo es porque su otra mitad adoró esa zona de su cuerpo.

—Entiendo, pero cómo tendremos al príncipe en nuestras manos.

—Esta misma noche lo tendremos, tú solo confía en tu madre—dijo para luego retirarse.

Praew no estaba tan segura de lo que iba a pasar, solo esperaba que ella y su hijo no se vieran involucrados en ninguno de los perversos planes de su madre. 

La noche llegó con una gran lluvia que parecía no querer detenerse.

En el castillo se provocó una inundación, los sirvientes se interesaron más en eso y dejaron solo al príncipe. Su llanto no demoró en llegar, pero la fuerte lluvia no permitió que se escuche. 

Y la persona más temible ya estaba ahí, cargándolo y escapando antes de ser descubierta.

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