Ya habían pasado 4 años desde que Rodrigo se le había declarado a Iván, cuatro maravillosos años llenos de amor, dulzura, regalos y sobre todo risas
Hiban a salir a tomar un cafe y caminar por ahí, como era común entre ellos
Estaba haciendo bastante frio esa tarde y se estaban abrigando para finalmente salir
—¡Amor! ¡Vamos que se hace tarde! — gritaba Rodrigo desde el piso de abajo buscando las llaves de la puerta principal
—¡Ya está! no encontraba mis guantes — bajaba corriendo las escaleras procurando que no se le calleran los lentes
—Ay dios, ¿vas a seguir usando esos viejos guantes que te regalé?
—Siempre
—Superalo Iván..
—Quiero una medialuna, Ivancito — le pedía abrazando el brazo del contrario mientras caminaban por un parque
—¡Claro! si lo quieres, lo tienes
—¿Enserio?
—No Rodrigo, fue sarcasmo
—¿Por quéé..?
—Arañita, ayer en el cumpleaños de mi sobrino te comiste tres panchos, diecisiete sanguchitos de miga y 20 contando los que te comiste por el camino, cuatro hamburguesas, y te comiste mi bolsita con dulces y la tuya
—¿Y? Eso ya lo digerí todo, y ni es tanto, tendrías que verme en los cumpleaños de XV
—Te va a dar diabetes crónica..
—¿Que a mi qué? — preguntó ofendido
—Nada amor.. nada
—¡Mira que bonito atardecer! Vamos a sentarnos allá para verlo mejor — dijo cambiando repentinamente de tema, señalando una colina despejada
—¿Y el café?
—¡Hacemos en casa luego! — se soltó del brazo de Iván y corrio a toda velocidad a la colina
—¡Esperamee! ¿Quieres que se me salga la rodilla de lugar denuevo? – se quejaba corriendo detrás de él
Ambos llegaron al mismo tiempo y se sentaron uno al lado del otro
—Te amo ¿lo sabías? —le decía meloso Rodrigo, recostando la cabeza sobre el hombro de su novio
—Si, ¿y tú sabías que eres el amor de mi vida?
Ambos rieron ante tal muestra de afecto, realmente se amaban como las abejas a las flores
—¡Dios!.. ¡Eres tan genuinamente romántico y lindo — bromeaba dandole un pequeño golpe en el pecho, como solían hacer
— Y tú eres tan tierno, ¡eres un niño pequeño! — decía mientras le pellizcaba los cachetes al petizo como una abuela
—Te amo demasiado, pestañas lindas
—Yo te amo muchísimo más, arañita
Ambos rieron bajo ese cielo que ahora estaba adornado con las diminutas estrellas por todas partes
Sus miradas se perdieron entre sí, generando un beso largo y tierno. Después de separarse por falta de aire se miraron nuevamente or unos largos segundos. Hasta que Rodrigo rompió el silencio
—Eres tan estúpidamente lindo, eres el hombre de mis sueños Iván
—Y tu eres el chico que me ilumina con su sonrisa
—¡Ay, callate ya!
—¡Nuncaa!
Eran y serán siempre el uno para el otro, no cabía duda
LLEGAMOS AL FINAAAL, éste si que me encantó
tengo demaciadas cosas para decirles, pero más que nada quiero agradecerle a Daniacosta10
Por estár aportando siempre su granito de arena,y también a mi mejor amiga Micaela, que sin ella yo no estaría escribiendo estoSin nada mas que decir, ¡chau chau!
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𝐁.𝐏.𝐄.𝐂
أدب الهواة❝ 𝖬𝖾 𝗌𝖺𝗇𝖺𝗌𝗍𝖾 𝗌𝗂𝗇 𝖽𝖾𝗃𝖺𝗋 𝖼𝗂𝖼𝖺𝗍𝗋𝗂𝗓, 𝖼𝗋𝖾𝖺𝗇𝖽𝗈 𝐛𝐚𝐧𝐝𝐢𝐭𝐚𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐥 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧 𝗊𝗎𝖾 𝗅𝗈𝗀𝗋𝖺𝗋𝗈𝗇 𝖾𝗇𝖼𝖾𝗇𝖽𝖾𝗋 𝗆𝗂 𝖺𝗅𝗆𝖺. 𝖬𝖾 𝖼𝗎𝗋𝖺𝗌𝗍𝖾 𝗅𝖺𝗌 𝗁𝖾𝗋𝗂𝖽𝖺𝗌 𝗊𝗎𝖾 𝗅𝗈𝗌 𝖽𝖾𝗆𝖺́𝗌 𝗍𝗂...