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Ahí estaba Iván, sentado en el sillón de Rodrigo, gozando de un buen libro. La sensación del libro haciendo tacto con sus manos era reconfortante
- Iván.. me aburroo.. - decía Rodrigo recostandose contra el hombro de Iván
- Pues lee como hago yo
- Eso es aburrido, quiero hacer algo divertido
- Entonces pierdete - dijo empujandole la cabeza con un dedo
- ¿Y si vamos al parque? ¡Puedes seguir leyendo allí!
De repente los recuerdos volvieron a la mente de Iván. Ese sueño si que lo había dejado fuera de sus casillas
- ¿Puede venir Alecitoo? - preguntó el ojiverde sacudiendo al ajeno
- Si, haz lo que quieras - le dijo mirandolo serio
- Se que no te cae bien Ale, pero es mi mejor amigo. Si se conocen puede
ser que se lleven bien
De repente el corazón del azabache dio un crujido interior enorme. ¿Mejor amigo? Él ni siquiera había estado en sus momentos más difíciles, Iván estaba seguro que solo hablaban por lastima ajena
- NO, nunca me podría llevar bien con ese tipejo, es extraño - se quejaba cerrando su libro y dejandolo en la mesita que estaba al frente de él y mirando con enojo a Rodrigo
- Por lo menos intentalo, es un buen tipo. Solo tienes que hacerlo agarrar confianza
- Que no, no me cae para nada bien y no voy a cambiar de opinión
- Ok, lo que tu digas guapetón
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