UNHOLY DESIRE |
Mommy don't know daddy's getting hot at the body shop doing something unholy
En dónde Lucerys y Aemond tendrán que lidiar con el deseo profano que sienten por Daenerys la primera vez que la ven
O
En dónde Daene...
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Cinco días antes.
📍MEEREEN📍
LOS GRITOS DE APOLLO SE escuchaban junto al sonido estruendoso de los tambores sonando. La multitud estaba reunida para presenciar las peleas que se llevarían a cabo ese día.
Daenerys miró como la multitud se sentaba sin dejar de festejar y gritar, Rhaegar estaba sentado a su lado izquierdo y miraba entretenido la lucha que se llevaría a cabo. Viserys a su lado derecho miraba con cautela a su alrededor. Daenerys le había informado sobre lo que pasaría ese día, y el no estaba del todo contento con el hecho de que ella estaría ausente por un tiempo.
Sin embargo, el sabía que Rhaegar no lo soportaría y traería fuego y sangre para los amos de Meereen, después de todo. Ellos eran los responsables de todo.
Hizdahr zo Loraq le encaminó hacia la princesa antes de sentarse detrás de ella y sus hermanos.
"¿Dónde estuviste?."Preguntó Viserys hacia Hizdahr zo Loraq con hostilidad.
"Asegurándome de que todo esté en orden." Respondió con simpleza.
"Por supuesto que lo hizo." Murmuró Daenerys entre dientes.
El hombre la miró con condición pero ella lo ignoró deliberadamente.
Las personas se levantaron aplaudiendo con alegría cuando un hombre salió a la arena para anunciar el comienzo de las peleas. El se reverenció ante la príncesa regente y los príncipes.
"Ciudadanos libres de Meereen." Habló en Alto Valyrio dándole la espalda a la princesa y los príncipes."Por las bendiciones de sus excelencias, y sus majestades la princesa regente y los príncipes, bienvenidos, a los grandes juegos." Alzó las manos, la multitud volvió a levantarse gritando con emoción y los tambores resonaron nuevamente.
"Esto será divertido." Murmuró Rhaegar.
Daenerys sonrió y asintió en respuesta.
"No, no lo será." Replicó Viserys luciendo aburrido.
"Que si." Refutó Rhaegar.
"Que no." Volvió a replicar.
"¡Qué sí!." Gruñó en un susurro Rhaegar.
"Ya cállense los dos." Ordenó Daenerys sin mirarlos.
Ambos inmediatamente se enderezaron mientras se mandaban miradas fulminantes el uno al otro.
La risa ahogada de Daario se escuchó y Rhaegar rodó los ojos.
Dos hombres armados salieron mientras la multitud festejaba.
