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Un leve murmullo y un toque igual de suave, por poco le hacen despertar; Taehyung susurró algo, aunque fue amortiguado por la almohada bajo su cara, y los leves toques cesaron.

Agradeció mentalmente el silencio a su alrededor y sonrió sobre la almohada. Su cuerpo se sentía cálido, por ningún motivo abandonaría la comodidad en la que se refugiaba. Su mente volvió a caer, desconectando sus sentidos del mundo a su alrededor.

No fue hasta que una serie de quejidos, que cada vez iban en ascenso, le hizo finalmente despertar.

¿Despertar?

El ángel pestañeó rápidamente, aún con las sábanas a su alrededor, su vista se adaptó a la luz casi cegadora de la habitación, y como si sus sentidos se intensificaran, escuchó claramente sonidos, que en realidad eran gemidos fuertes y palabras ininteligibles.

Una sensación de grima e incomodidad se trasladó en su mente, haciendo una mueca. Velozmente dejó las sábanas a un lado, solo en ese momento reaccionó a la realidad, en la que él nuevamente se había quedado dormido. Confundido miró a su alrededor, no había rastro de Jungkook. Llevó la palma de su mano a su frente, decepcionado consigo mismo.

Era domingo, sabía que era el día de descanso del humano, por lo que no tendría que ir a pescar, ni él ni sus hermanos. Y vaya que el resto del clan Jeon estaba aprovechando su tiempo libre.

Se sintió como en una clase de burdel, cuando descifró que los gemidos y gruñidos venían en tres direcciones diferentes, y estaba casi seguro que Jungkook no era uno de ellos, o al menos eso quería creer.

Era extraño la forma en la que el lazo con Jungkook se había fortalecido de la noche a la mañana. Luego de una sentida sesión de revelaciones, podía casi asegurar que estaba por buen camino.

Aún había cosas por conocer, si bien tenía claro la pasión del menor por el canto y el baile, no le había revelado sus planes a futuro, si es que tenía alguno; por lo tanto, estaba perdido en relación al supuesto "límite de tiempo" que Sugar le dijo la última vez que se le apareció.

Jungkook tampoco le había revelado acerca de las heridas en su rostro y brazos, que cada día estaba más convencido, se trató de un acto injustificado, al borde de lo salvaje, por parte de sus hermanos.

Y aunque el menor le había indicado el nombre de ellos, no había hecho ningún esfuerzo por aprenderlos; en lo que a él le concernía, solo eran tres adultos que compartían la misma neurona, y al parecer, la misma cantidad de orgasmos en una mañana. Taehyung hizo una mueca de desagrado y se levantó de la cama.

Vio el reloj y se sorprendió al notar que estaba más allá de la hora nona.

¿Había dormido tanto?

Ni cuando era humano dedicaba tantas horas a dormir, ya que siempre había cosas por hacer, por lo que no podía simplemente dedicarse a descansar más de cuatro horas diarias.

Aunque la realidad era que, al ser un ángel, no tenía esa responsabilidad por su empresa, y ahora que su cerebro empezaba a despertar, recordó los sutiles toques en su brazo y la suave voz de Jungkook intentando alcanzarlo en el mundo de los sueños, más temprano ese día.

Era una extraña clase de déjà-vu, una vez más, se perdía la oportunidad de acompañar al menor, de lo que sea que hiciera.

Por un momento, cerró los ojos y deseó ver a Jungkook.

Fue una sensación extraña la que precedió, como si de repente estuviera de cabeza dentro de una lavadora. Sus ojos por un momento desorientados, no supo descifrar lo que había ocurrido, hasta que su mirada se encontró con la de Jungkook.

Angel Boss [TaeKook/KookTae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora