Los días fueron pasando, instaurándose una rutina entre el ángel y Jungkook, que de vez en cuando se modificaba, ya sea por Jaehyun, quien ya había regresado al pueblo con su familia, o por el fastidioso primo, Park Jimin. Al contrario del primero, a Taehyung no le caía bien, ya que siempre estaba intentando llamar la atención de su humano, haciendo insinuaciones que solo Jungkook no notaba. Aunque ya le había asegurado en incontables ocasiones que no había nada entre ellos, sencillamente Taehyung no se fiaba de ese primo.
En esos días, los ensayos de baile eran más cortos, así que, al finalizar, terminaban en la estrecha sala de la casa de los Jeon, viendo películas clásicas con un tazón gigante de nachos, en compañía de Jaehyun y Jimin que ocasionalmente visitaba a Jungkook.
Se convertían en noches entretenidas, incluso para Taehyung, que, por razones obvias, no podía interactuar con los humanos y deseaba tanto hacerlo para poner en su lugar al rubiecito ese.
El ángel se sentaba a un lado de Jungkook, sobre el reposabrazos del mueble, de vez en cuando le hacía comentarios aquí y allá que lo hacían reír. No era como si pudiera replicar más allá de un par de risas y miradas cómplices, no cuando Jaehyun y Jimin estaban allí y, de seguro, lo verían raro sí Jungkook de repente empezaba a hablarle al ente invisible de la habitación.
Por suerte, sus hermanos, como era lo usual, no estaban presentes; malgastando sus horas libres en alcohol y mujeres de compañía, como le había explicado Jungkook de mala gana unas noches atrás.
También le había quedado claro al ángel, la razón por la que su protegido no podía practicar en casa, y esto se debía a la falta de espacio. Con los años, el hogar se había convertido en una especie de bodega con redes de pescar, lanchas y demás; así que Jungkook no contaba con el espacio suficiente.
Aunque si se lo preguntaban a Taehyung, el momento que más disfrutaba en el día, era entrada la medianoche y antes de irse dormir, cuando Jungkook, más tranquilo, empezaba a cantar suavemente para él. El ángel terminaba durmiendo primero, con la voz de Jungkook de fondo.
***
—Recibí un correo de la Academia de Bellas Artes de Seúl. ¡Pasé el primer filtro!
Anunció Jungkook visiblemente emocionado, cuando apenas entró por la puerta principal, confiado que solo el ángel estaría allí para escucharlo. Y en efecto Taehyung estaba en la sala, haciendo zapping con el control remoto. Tras escucharlo, se levantó velozmente del sofá dirigiéndose hacia el menor.
—¡Jungkook! Esa es una muy buena noticia. —No pudo contener su emoción, sonriendo alegremente al quedar frente a Jungkook, quien terminó por abrazarlo.
—Ahora tengo que hacer la audición presencial para el departamento de Danza contemporánea. Me han citado para el viernes de la próxima semana.
Taehyung no cabía de la emoción.
—Me siento muy orgulloso de ti —agregó sincero recargando su cara sobre el hombro de Jungkook.
Las manos de Jungkook en su cintura, lo acercaron un poco más a su cuerpo, creando una atmósfera íntima entre ellos, Taehyung no quería verlo a los ojos, porque de lo contrario, cedería y haría algo que probablemente estaría prohibido para alguien como él, un ángel.
En su lugar, se sintió bien consigo mismo, al estar alentando los sueños de un joven con grandes aspiraciones.
Luego que disolvieran el abrazo, los dos, en un acuerdo que no requirió palabras, subieron las gradas hasta el tercer piso; aunque Taehyung, si lo quería, podía simplemente aparecer allí, gracias a su recién adquiridas habilidades de teletransportación.
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Angel Boss [TaeKook/KookTae]
Fanfic🟣 Minifanfic Kim Taehyung es un CEO reconocido, y aunque muchos podrán decir que es un arrogante, entre otros muchos defectos, es una persona brillante para los negocios. ¿Cómo terminó convertido en un ángel? Ni siquiera él lo sabe, y ahora tend...