Epílogo (Parte dos)

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Vísperas

-2023-

Woodsboro

En una habitación del hospital médico de un rincón de Woodsboro, alguien que ha permanecido en silencio y en reserva, conectada a muchos tubos y cables luchando por sobrevivir.

Kirby Reed despierta.

No hay nadie allí con ella, pero puede ver el rostro de Piper Shaw en la televisión justo frente a ella. La trasladarán a otra prisión en espera de su muerte.

Fue ella quien la empujó por el balcón hasta estrellarse contra el suelo. Kirby no puede creer que esté viva, así como tampoco que Piper lo esté.

Los rostros de Brooke, Audrey y Sidney se presentan en la pantalla.

Una enfermera entra en el momento justo antes de que ella se arranque todo y salga.

La enfermera la calma y la vuelve a recostar, pero una furia invade a Kirby.

- Voy por ti zorra.- Murmuró por lo bajo a lo que la enferma frunció el ceño y la dejó sola.

×××

Cómo ya era habitual últimamente, Sidney siempre recogía a Jill de clases e iban juntas a algún lado o solo la llevaba a la casa que ambas compartían. Sid notó la tristeza en su mirada, y pese a que ella iba a terapia, parecía que esta vez algo más pasaba.

- ¿Estás bien?

- Los chicos en los pasillos me dicen psicóticas y me arrojan máscaras de Ghostface. Las chicas son más crueles: me empujan y a veces me dejan cosas en el casillero.- Revela esta mirando a través de la ventana del auto.

Sidney niega con la cabeza y estaciona el auto junto a la acera.

- No hagas nada, yo me encargaré de ellos. Esto es... inaceptable.- Ella la miró con cara de pena y luego volvió a poner en marcha el auto.

Pero Jill no sentía que las cosas fueran a cambiar.

Estacionó el auto fuera de la casa y la miró nuevamente sin poder darle palabras de aliento. Abrió la boca para decir algo pero su teléfono sonó, Jill abrió la puerta del acompañante y salió.

- Adiós, Sid.- Se despidió mientras ella contestaba la llamada.

Esa noche su prima saldría con el teniente Hope, gracias a sus amigos finalmente había dado el primer paso.

Sidney se despidió dando un bocinazo y en la casa de enfrente Brooke se asomó a ver desde la ventana. Jill se abrazó a sí misma y se metió al interior de la casa.

- Se siente raro a veces, digo, vivir tan cerca de ellas.- Will estaba detrás de ella abrazándola y acariciando su panza donde estaba gestándose su hijo.

- No es raro, es normal. Esta normalidad asusta. Es como si en cualquier momento... Ghostface volviera.- Brooke solía tener pesadillas aterradoras donde Ghostface volvía y los mataba mientras dormían.

Will tenía la maleta junto a la puerta, esa noche partiría a Seattle por un viaje de negocios que duraba todo el fin de semana antes de navidad.

- No me digas eso. ¿Quieres que me quede?

- Ya hablamos de esto, Will. Sólo serán tres días y además no estaré sola, Sidney está muy cerca. Todo terminó.- Pero las últimas palabras se le quedaron atoradas en la garganta.

Scream: ReturnsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora