Leyla [Precuela de Adam]

~3~

Leyla, 17 años.

—Hoy fue uno de los mejores ensayos —dijo la profesora de Ballet—. En menos de una semana será nuestra presentación con Leyla Parks y Archie Adams como protagonistas de la obra. Espero que no me decepcionen. Mañana seguiremos con el ensayo.

Los alumnos fueron a recoger sus cosas después de haber escuchado las palabras de su profesora. Casi todos se encontraban ansiosos y nerviosos por el show que pronto darían, excepto por una chica a quien le habían arrebatado el protagónico y lo único que podía sentir era un terrible resentimiento.

—Hazel, ¿no viste mi ropa? Estoy segura que la dejé dentro de la bolsa —dijo Leyla buscando desesperadamente.

—No la he visto, tal vez... —la voz de Hazel se apagó cuando al levantar la mirada de su propia bolsa, frente a ella en la ventana estaba amontonada la ropa de su amiga— La encontré.

—¿Dónde está? —inquirió poniéndose de pie al mismo tiempo que seguía el lugar donde señalaba Hazel.

Leyla se llenó de odio al ver la ropa. No era sólo el hecho de que su ropa se encontrara en suelo como basura, sino que también había sido cortada con tijeras y ensuciada con pintura de aerosol.

Trisha, pensó al instante, esa chica...

—Leyla...

—Estoy cansada de ella, Hazel. Esta vez sí me las pagará.

Sin escuchar las palabras tranquilizadoras de su amiga se dirigió a grandes zancadas hacia la chica que reía chillonamente y movía con exageración su cabello de un intenso negro con rizos.

—Trisha —la llamó con evidente odio en la voz. Ella se giró sin desaparecer esa sonrisa maliciosa, sino que la ensanchó aún más al verla hecha una furia. Junto a Trisha estaba Archie con el semblante serio e incómodo, y su amiga que le seguía el juego en todo— Esta vez no permitiré que me sigas haciendo esta clase de cosas. Te he ganado el protagónico, ¿por qué simplemente no lo aceptas y te esfuerzas más para la próxima?

—Todos aquí saben que soy mucho mejor que tú, y que tu papi sobornó a la maestra para darte lo que me pertenecía —dijo Trisha dando un paso hacia delante con firmeza y fulminándola con la mirada—. Sin el dinero, ¿qué eres, Leyla? No fueras bailarina, no tuvieras el papel principal y tampoco fueras tan popular.

—Mi padre no haría tal cosa, maldita perra —soltó con enojo mientras apretaba sus manos para no hacer una tontería, esforzándose por no soltarle una abofeteada en su perfecta piel—. Es patético e infantil que busques excusas para ocultar el hecho de que en la obra no serás más que un simple extra que nadie notará.

—¡Cállate! —Gritó con el rostro enrojecido de ira— ¡Al menos mis padres jamás pagarían para que su "hijita" tuviera un papel principal!

Y en ese momento, antes de que pensara lo que iba a hacer, Leyla ya había impactado la palma de su mano en la mejilla de Trisha con tal fuerza que la dejó con una marca. Ésta la miró horrorizada y molesta a la vez, así que sin perder más tiempo le devolvió el mismo golpe. Leyla llevó su mano donde Trisha la golpeó, y entonces, sin contenerse e ignorando el grito de su amiga diciéndole que se detuviera, ella asestó otro golpe.

Leyla siempre había sido paciente, esforzándose en ser la hija perfecta que no comete errores. Guardando todo lo que siente y soportando injusticias. Pero habían días donde, simplemente, se cansaba. Y este fue uno de ellos. Toda su ira acumulada estalló en esa bofetada hacia Trisha.