22/12/22

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Ya sé que hace mucho que no escribo. Quizás demasiado. Quizás... No quería inundar de pena éste lugar. Pero hoy me he sorprendido sonriendo. Sonriendo con quién la mayoría de los días es furia. Sonriendo por ver a mi perro correr y venir a mi llamada, él feliz y yo sonriente. Ha sido un momento, un microsegundo en el que ni siquiera me ha dado tiempo a reír pero sí me he pillado ahí, escondiendome una sonrisa, casi feliz. Después de la tormenta siempre llega la calma y hay que disfrutarla.

NUESTRO DIARIO TID(Trastorno de Identidad Disociativo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora