5: De las gatas rompehogares a manies rojos

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Después de que Anya reconociera quien iba a ser la nueva profesora encargada de la clase, puso una de sus míticas expresiones faciales.

Este hecho que no pasó desapercibido por Damian, quien nota el detalle y recuerda la vez en la que le leyeron las reglas y la conversación de la pelirosa con su padre, lo cual -además de entender ahora el pesar de la niña- ahora lo deja un tanto intrigado...

"Fiona... ¿entonces es ella a quien se referían como gata rompehogares?"

-Jefe...- susurra Emile.

Damian vuelve al mundo real después de un lapso de pensamiento.

-¿Si?

-¿Conoce a la profesora?- pregunta Ewen.

-No... aun no...

Responde no muy convencido, pero sus amigos ya no continúan la conversación al ver que la profesora empieza la clase después de que se retira el profesor Henderson.

-Vamos a iniciar la clase de Biología... ¿que estaban viendo...?- revisa los apuntes que le habían dejado...

-El cuerpo humano, bien. Todos tenemos claro las partes del cuerpo, ¿verdad?

Pregunta con tono de autoridad, que no dejaba a suposiciones la respuesta de los alumnos, quienes empezando a sentirse intimidados -incluyendo a los que consideraron atractiva a Fiona- asintieron.

-Por lo que veo, hace falta una demostración grafica.

En eso, y sin dar tiempo a que le leyeran la mente, toma un gis, se acerca al pizarrón, y empieza a elaborar una serie de lineas sobre el entorno de color verde...

...y sin importarle lo mas mínimo el ruido de la fricción del gis sobre el pizarrón o el polvo de tiza que se esparcía por el aire, causando que los niños empezaran a toser.

Eso si, una vez terminado el ruido chillante y disperso el polvo, pudieron ver la obra de arte que la maestra habia elaborado:

Una elaboración en modo vertical a escala del pizarrón de un cuerpo humano completo y detallado.

El punto, que no se les fue para nada, tanto a una telépata como a un chico de familia caída en desgracia, es que el dibujo fue MUY especifico.

Tanto así, que se podía identificar a quien se retrató:

A Loid Forger.

Anya no esperaba menos que eso incluso antes de terminar el dibujo.

Y sin tener que leer la mente...

-¡Oh, mein, gott!

Todo el salón volteó sorprendido a voltear a ver quien había exclamado la frase.

La cual tenía como origen a una niña de coletas que estuvo a punto de romperle los tímpanos a su mejor amiga.

-¡Que buen gusto tiene en dibujo, profesora!

La aludida, si bien no esperaba ese halago, no pudo evitar agradecer.

-Oh... -un torturado suspiro abandonó los labios de Becky.

A partir de allí, todo el salón se puso a escuchar las frases de maestra y alumna, a lo cual con su movimiento de cabezas parecía mas bien que veían un partido de tenis.

-Es tan alto.- añade Fiona, sin emociones en su voz, pero que bastaba con lo que decía, sin importar el tono.

-Y su actitud...

-Tan imperial.

-Su cabello...

-Rubio y brillante contra el sol.

Momentos... (Spy X Family)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora