Momentos... (Spy X Family)

11: Sueño

Damian POV

Ya ha pasado una semana desde el alboroto con Anya… no puedo creer que incluso en este aspecto de llegar a la pubertad me haya ganado y yo sea aquí también el "Segundo".

¿Que no se supone que en realidad ella es menor que yo?

Tal vez eso explicaría lo tonta que es en veces…

Como sea, a mi no me apura llegar a esos momentos.

Yo voy por mi camino, dispuesto a hacer lo que yo desee.

Y hablando de caminos, voy en dirección al salón en Eden, sin prisas ni preocupaciones.

Aunque me llama la atención que Ewen y Emile no hayan aparecido aun.

¿Donde estarán?

Supongo que incluso ellos tienen una vida que hacer.

-Segundoo…

Pero eso si, ella no podía faltar sin llegar tarde.

Y eso que vivimos bajo el mismo techo.

-¿Por que te tardaste tanto, idio…

Pierdo el habla.

Y todo gracias a la visión que presencio:

Esa persona de cabello rosa, ya no era una niña.

Ya se ve como toda una adolescente, mirándola de abajo hacia arriba.

Ahora luce unas piernas largas… que en paz descanse el apodo de paticorta.

Una curva interesante en el área de cintura y cadera.

La existencia de pechos donde antes no lo había, por cuestiones lógicas de la edad.

Y unos labios a con los cuales empecé a tener ganas de acariciarlos, y no solo eso…

-Segundo, no te quedes allí, ¡se nos va a hacer tarde!

Veo como la tentación de mi persona se va rumbo hacia el salón, dejándome como una estatua.

Debo resistir para no intentar hacerle algo indebido...

-"Que buena vista tienes…"

¿Eh? ¿Que fue eso?

Eso sonó como si fuera mi voz, pero yo no estaba hablando, aunque si moví mis labios, yo no dije eso…

¿Acaso me estoy volviendo loco?

-"No te hagas el tonto, yo también soy tú… el tú que siempre reprimes".

No. No puede ser.

Hacía mucho tiempo que no había tenido que lidiar con ese lado distópico, interno, extraño y atrevido, quien de hecho fue quien me activó el filtro, desde los primeros días en Eden, durante años, y en especial ahora que vivo con los Forger.

Pero ahora parece que está de vuelta.

¿Y por qué ahora lo oigo en voz alta?

-¿Que fue, exactamente, lo que me hiciste decir?

En respuesta, ese lado retorcido de mi me hace decir:

-"Lo que oíste, tsundere de mierda: Que buena vista tienes… deja de negarlo, Anya se ha puesto muy buena, deja de reprimir el deseo de besarla, y luego pedirles prestado el cuarto a tus lacayos para…"

-¡Cállate imbécil!

Completamente rojo, pero aun con control sobre mis extremidades, me doy una cachetada para mantener a raya al inepto dentro de mi.