Capitulo 1

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Prologo

Se dice que cuando conoces a tu alma gemela solo tienes ojos para ella, es tu mundo y ambos se complementan, que sonríes cuando ambos están felices o que cuando uno enferma y ya tienen cualquier tipo de lazo el otro caerá como en un dominó pero se recuperarán juntos para ver el atardecer si tienen un lazo sano y feliz, por que ¿como no tenerlo? Son destinados.

Se dice que cuando sientes a esa persona cerca puedes sentir como tu cariño por ella crece y como cuando de verdad se aman no necesitan una marca en la nuca del otro para poder sentir un lazo corriendo por su cuerpo aún que claro esto solo ocurre una vez ambos sean conscientes de que se aman y como el destino les dio el regalo de ser el uno para el otro.

...

Entonces dn teoria no habia fallas, tenía que ser fácil ¿No?... Por qué si eres lo suficientemente afortunado para encontrar a tu alma gemela que también es la persona con que siempre soñaste todo sería mágico, el te miraría con devoción y amor incondicional seria ver como un reflejo de los sentiemientos que tu sientes por el, tendrían tres hijos y un perro para que al final mueran a los 90 años después de una vida feliz con la que estas más que satisfecho por como resultó todo por lo dichoso que fuiste de poder vivir junto a el cada momento.

Feliz de ese momento cuando pudiste olerlo por primera vez por que aún si ya habían sospechas de que esa persona era tu mundo con una bocanada de su aroma lo confirmarías en un instante.

Pues no ese día a inicios de la secundaria cuando por primera vez mis ojos fueron en la dirección de una sola persona y sentí como mi corazon se desvordaba, hasta la situación actual me da un rotundo no en mi cara y poco a poco lo estoy aceptando...

Mi nombre en Anthony Edward Stark un adolescente de familia pudiente de herencia y por mi edad y estatus comprendo que se pueda malinterpretar mi declaracion pero no, no es otro capricho de un niño rico de 16 años el cual se le dio todo en cuchara de oro como mucho creen a mis espaldas, tampoco un amor imposible de cartelera.

Mi destinado no es una estrella de rock o algún actor tampoco el alfa más deseado de toda mi escuela o es bueno en deportes, realmente lo describiría con tres simples palabras un idiota de buen corazón.

¿De quién hablo? Del mejor artista que he visto por el siemple hecho de que amo cada una de sus pinturas, alguien que termina en la enfermería al menos dos veces a la semana por defender a alguien que necesitaba ayuda, el tipo de chico que es bueno con los niños, nada mas ni nada menos que Steve Rogers, un alfa que está atrapado en un cuerpo delgado y frágil pero que sigue fuertemente sus ideales y lo admito lo amo sin importar como sea físicamente y para lo que a muchos omegas es alguien repugnante por no llenar ese estereotipo alfa en apariencia para mí es un diamante en bruto que vale cada momento que le puedo brindar.

Lo conocí en mi tercer año de secundaria era un manojo de nervios tímido aún que siempre preocupado por los desvalidos comencé a acercarme con la escusa de hablar acerca de libros que personalmente nunca disfrute pero que valieron cada minuto de mi tiempo cuando una conversación de ese aburrido libro con el se convertía en la mejor cosa que me había pasado en años.

Mis glándulas de aroma aun no se habían desarrollado al igual que las de el pero no tenia que olerlo para saber que yo podía poner a miles de personas de rodillas pero solo si el me lo pidiera yo caería rendido de rodillas a el, era un alfa lo sabía muy bien cuando un día mire sin querer su acta de nacimiento y desde ese momento encajo en mi cabeza por que con los ojos cerrados y en un laberinto me sentía capaz de llegar a el aún si estuviera al otro extremo del laberinto.

Un día tome la iniciativa de querer decirle como creía sentirme pero entonces como si de un puente de cristal se tratara y alguien fuera dado desde el otro extremo un golpe con un martillo caí a la realidad cuando me presento a su supuesta novia.

Era pelirroja y muy bonita recuerdo como en un momento infantil intenté buscarle algún defecto para sentir que tenía aún una oportunidad aún si fuera muy poca de poder estar en el lugar de ella pero no encontré más que un morado maquillado que apenas era visible por el borde de la falda, luego llegué a la otra parte de mi negación la cual fue pensar que me había equivocado con lo que sentía así que solo sonreí y di mis felicitaciones.

Un suave malestar estuvo presente en mi toda esa semana hasta que accedí volverme a acercar a Steve y a Natasha que era el nombre de la pelirroja con la que a penas crucé algunas palabras para darme cuenta de como era su relación.

Natasha se quedaba la mayor parte del tiempo incluso a dormir en la casa de Steve pero cuando ella volvía a su casa el día siguiente volvía apestando a tristeza y con un moretón que trataba de ocultar y lo lograba al menos con Steve pero yo nunca fui capaz de pasar desapercibido ese tipo de cosas.

Me preocupe y mi empata actuó sin pensarlo en un momento Natasha y yo pasábamos más tiempo juntos hablando que ella con Steve aún que mayormente estábamos juntos los tres hasta que un día cuando Natasha llevó lentes de sol a la escuela no había venido a clase por el código de vestimenta era casi imposible que logrará hacerlo por que no iba a poder quitarse esas gafas no con un ojo morado.

Me senté junto a ella pero cuando Steve comenzó a venir cerca de nosotros un llanto silencioso comenzó a bajar de sus ojos se veía tan seria y supe que finalmente  iba a decir algo.

- lo lamento pero no puedo continuar con esto Steve, nunca te vi más allá que como un amigo y de verdad lo intente por que eres una buena persona que me esta apoyando pero no puedo hacerlo.
Un suspiró cansado salio de sus labios pero continuo. - no quiero seguirme aprovechando de ti estoy tan cansada pero...

Y lo vi, vi como la persona la cual sabia que había estado utilizando a Steve para su bienestar la misma la cual se había convertido en una amiga querida y la misma por la cual sentía celos se desmoronó haciendo que dejara atrás mis sentimientos infantiles y le extendiera la mano.

AlstroemeriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora