Capitulo 2

107 22 0
                                        

Ayudar a Natasha o como le llamaba por cariño Nat fue bueno para ambas partes ya que por fin pude sentirme mejor al poderle ofrecer ayuda de manera sincera en aspectos que más los necesitaba como los legales incluso pudiendo lograr que tuviera un lugar en el que vivir en el cual se sintiera segura fue una de las mejores cosas que pude experimentar además de enseñarme a no ser egoísta con el tiempo y relaciones de Steve y lo agradecí enormemente por que al año siguiente olí lo que podría describir como el mejor olor del mundo y todo esto proveniente de Steve.

Mis piernas se quedaron congeladas por un momento sentí como si todas mis emociones brincaran de alegría era como un festival en mi cerebro interrumpido por el toque de la mano de Nat anunciando su llegada al aula y logrando que me moviera para sentarme cerca de Steve y mientras yo estaba sin poder apartar mi vista de el, el simplemente me sonrió con alegría me dijo buenos días y volteo a ver al profesor que se estaba preparando para comenzar la clase.

Natasha observo todo mi comportamiento sin decir una sola palabra pero sabia que no iba a correr largo sin poder decirle que pasaba y mi pronóstico estaba muy en lo cierto.

- Actúas diferente hoy no es propio de ti. - inicio la conversación a la hora de la salida cuando Steve había ido al baño y ambos lo estábamos esperando.

- No veo a lo que te refieres. - solté tratando de no dejar en evidencia lo evidente mientras miraba como nubes negras cerraban todo el cielo y agradecía haber traído paraguas haciendo que desprendiera un olor de felicidad.

- Tony se que es normal que se formen corazones en tus ojos cuando vez a Steve pero esto sin duda alguna fue tu comportamiento más evidente desde que te conozco.

Sabia que era inútil tratar de olvidar el tema que dijera lo que dijera seria muy difícil que lo soltara aun más cuando mi silencio fue como una aceptación indirecta así que solté aire y explique como yo veía a Steve como mi alma gemela mientras el pudiera ser mi amigo para siempre y seria completamente feliz, como para mi estaba claro que el no me veía como su destinado cuando yo sentía como si tenerlo cerca era la mejor experiencia del mundo.

Un silencio junto a un murmullo me hizo entender que Natasha pensaba en como poder ayudarme de amigo a amigo como yo le había dicho desde que comencé a ayudarla cada que podía.

- no tienes que sentirte en una obligación por ayudarme. - aclare aún sabiendo que Natasha era más que consciente a lo cual ella sonrío con cariño.

- me muero por ayudarte pero creo que entre nosotros es más que implícito que necesitamos dar una pista para que el otro nos pueda ayudar.

- vale arañita lo podemos intentar pero dudo llegar a lograr algo. - fui honesto para mi estaba claro que era una causa perdida Steve no me veía con los ojos que yo lo veía a el.

- creo que sería bueno que en vez de quejarte comenzarás a ver las oportunidades como tu lo sabes hacer genio. - dijo tocando con su dedo mi paraguas y mi pecho mientras sonreía y decía adiós tomando su propio paraguas.

Cierto, afuera estaba lloviendo a cántaros simplemente no lo había notado aún, noté el olor de otra persona por los casilleros cuando me volteé encontré a una omega peli castaña bonita Carter creo que era su nombre y sonreí recordando lo que dijo Natasha tomando mi paraguas y acercándome a ella por que suponía que aún seguía aquí esperando a que pasara la lluvia.

- puedes tenerlo. - le dije con una sonrisa y noté como un sonrojo recorrió su rostro sonrió y me agradeció el gesto pero en lugar de correr afuera con el paraguas regreso adentro como si intentara encontrar a alguien al cual expresarle su emoción mientras yo sonreía al ver como en la estantería de paraguas estaba el de Steve.

Mi sonrisa vaciló por un momento cuando vi el rostro sonrojado de Steve después de algunos minutos de espera, parecía completamente ido era la cara de una persona que no puede creer lo que le acaba de suceder pero no le tome importancia tocando suavemente su hombro para que volviera en sí pero cuando me miró en su mirada tenía los mismos ojos con los que yo lo miraba a él cuando me centraba en oler su aroma y sentí como un vacío se formó en mi estómago.

- ¿podríamos compartir paraguas? - dije sin saber como más reaccionar me sentía completamente perdido pero quizás no tenía que dar nada por perdido aún quizás solo era mi imaginación.

- por supuesto - contesto Steve de inmediato tartamudeando levemente mientras veía como posiblemente por la emoción de lo que sea que le había ocurrido sus ojos se habían cristalizados.

Ese día paso una de las cosas más hermosamente agridulces de las que he vívido, pude dar un paseo debajo del paraguas con la persona que con solo una miraba volcaba mi universo mientras sentía como esta misma persona de la manera más caballeroso y amable posible evitaba cualquier roce de nuestros brazos o cercanía, mientras seguía sonrojado y con la mirada perdida en la lluvia y me hablaba de un tal Vincent van Gogh y yo no podía evitar solo pensar en Steven Rogers.

- ¿Crees en los destinados? - me pregunto sin verme mientras sonreía y mi estómago revoloteo como un ave preza del pánico.

- Ciertamente lo hago Rogers creo que es la única cosa que talvez la ciencia no pueda explicar.

- creo que encontré a mi alma gemela. - dijo y lo que debería de haber sido un momento romántico el primer momento de verdadera importancia romántica en mi vida solo era tan confuso por el ruido de la lluvia a nuestro alrededor y el sin verme directamente a los ojos.

- ¿Quien es?

Un silencio breve comenzó y pensé que eso era todo que me dejaría en suspenso al comenzar a ver mi casa pero siguió.

- Peggy Carter, creo que es Peggy Carter.

AlstroemeriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora