Capitulo 4

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- ¿Que fue eso? - dijo natasha mientras secaba mi cabello y mirábamos una película.

- No entiendo de que me... - no termine de hablar parecía casi imposible seguir con la mirada molesta de Natasha al notar que no estaba siendo franco.

- ni tu ni yo vamos a ser idiotas con esto Tony pero voy a hacer lo mismo que tu hiciste y esperare a que estés listo para hablar.

- eso se siente más como una sentencia relájate no me estoy muriendo. - dije con risas.

- cállate bobo, mejor hablemos de algo más. - tarareo con tranquilidad casi de burla para seguir. - ¿que tal a cerca de Rogers? De seguro hoy te logro convencer de invitarlo a salir.

Un bufido de negación salió de mis labios mientras me daba vuelta en la cama.

- buenas noches arañita.

- vete al diablo Stark.

- yo también te amo. - una sonrisa se acomodo entre mis labios Nat solo me empujó más para entrar a la cama y dormir y sentí que pude lograr descansar por primera vez en dos meses.

A la mañana siguiente desperté con el olor de huevos y tocino además de un grito ensordecedor y por supuesto la caída al piso que me tomo por sorpresa.

- ¿Que carajos?

- buenos días Stark, el mundo te dice hola, arriba.

- ¡¿Son las malditas seis de las mañana?! - gruñi aún que sin realmente enojarme quizás era la manera menos solitaria de despertar que había tenido en un tiempo.

- vamos, hice el desayuno. - finalmente dijo la pelirroja ofreciéndome su mano a lo cual suspire y la tome.

- ¿compraste donas?

- quizás lo hice Stark, quizás lo hice.

Y aun con una mañana ajetreada pero feliz por Natasha era inútil no enfrentar la escena de cada mañana en el colegio, Steve Rogers dandole un ramo de flores  a Peggy la cual parecía incomoda o disgustada hasta cierto punto pero las terminaba tomando.

- ¿Cómo estuvo tu noche Rogers? - pregunte para después regañarme internamente que Steve me gustará no significaba que el tenía que corresponder mis sentimientos o que tuviera que aguantar mis celos irracionales igualmente probablemente a como es Steve lo tomaría que son celos de un amigo a otro que tiene novia y no puede pasar tiempo juntos.

Pero Natasha no lo tomo así ella sabia como me sentía pero solo observaba en silencio sin exclamar nada mas.

- fue grandioso, hice toda mi tarea. - aclare mi garganta dios el clima si que estaba poniéndome mal pensé.

Yo soy el mejor en matemáticas de la escuela pensé en decir pero al final solo el silenció me acompaño, apreté los dientes y sonreí en respuesta.

- me alegra mucho escucharlo.

Natasha me miró sin comprenderme era como si inconscientemente me gustará tomar el cuchillo por el filo en vez de por el mango pero ignore el hecho mire a mi alrededor mientras Natasha conversaba con Steve y noté como las hojas de otoño cubrían todo el piso hermoso pensé todo completamente naranja y la campana sonó.

Entonces sin previo aviso en clase cuando observe como Peggy que justamente hoy había cambiado de asiento sentándose al lado de Steve se acercaba para susurrar algo en el oído de este fue como sentir una flema en mi garganta que no desaparecía aún cuando intentaba tragarla era como si solo se devolviera y cuando senti el inconfundible sabor de la sangre alterado por la situación salí corriendo sin dar explicación alguna del salón de clases.

Escuche unos pasos que me seguían minutos después y que entraban al baño de omegas junto a los mios me apresure y escupi fuera lo que fuera eso y me tope con atragantarme, era como una pesadilla como si de un acto de magia se tratara empecé un total terror a sacar de mi boca y garganta lo que parecía ser un tallo verde de rosa.

Tire con desesperación si tuviera que comparar ese momento con algo era como cuando un pez tragaba casi por completo un anzuelo y el pescador lo saca como si el pez no pudiera sentír como le desgarra el sonido no ayudaba era como escuchar a alguien atragantarse y escupir su vomito.

Cuando termine solo alcance a deslizarme con la pared a el piso, era conciente de mi imagen, un hilo de saliva con sangre estaba en un extremo de mi boca estaba débil y en mi mano yacía un tallo verde, para mi desgracia por mi desesperación no cerré bien el cubículo de baño y noté como los zapatos de Natasha que obedientemente esperaban afuera se acercaban a paso lento y abrían la puerta del cubículo.

Tenía los ojos vidriosos estaba a punto de llorar y aun así su rostro reposaba serio y preocupado.

- ¿Que paso? - dijo con un rastro de terror en su voz pero a diferencia de su tono usual este era muy leve y veía horrorizada el tallo que sostenía a penas con energia en mi mano.

- solo indigestión. - dije restando importancia y sabia que no era cierto era obvio que no lo era pero yo tampoco sabía lo que estaba pasando y no iba a caer en un pánico absoluto justo ahora.

- El tallo... de donde salio el tallo. - repitió mirándome a los ojos y yo no pude sostener mas la mirada.

- lo tome de afuera, ya sabes antes de hechar las tripas. - dije socarrón intentando sostenerme de la taza del baño para levantarme.

- no hay vomito en el inodoro. - dijo mirando al piso en el que reposaban las gotas de saliva y sangre. - estamos en otoño no hay plantas verdes al menos no en este condado. - dijo y noté como una gota cayó al piso seguida de muchas otras a lo que subí mi vista alarmado. - ¿Cuanto tiempo más vas a mentirme?

Mi rostro quedó en blanco Nat estaba llorando y era mi culpa, me levante lo más rápido dentro de mi condición que pude para acercarme a ella pero solo provoque que me mareara y mis pasos tambalearon, podía escuchar la campana de clases anunciando el descanso pero solo me sentía caer fue entonces que Natasha me abrazo evitando que me desplomara pero se sentía más como si ambos intentaramos aferrarnos.

- ¿Vas a estar bien? - dijo pero yo solo mire el tallo que estaba en el piso y dude por que para empezar nisiquiera sabia que estaba pasando.

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