Alstroemeria

Capitulo 5

Flores...

Miles existen por todo el mundo de diversos colores y aromas algunas más hermosas que otras y yo solo podía observar la que estaba sosteniendo en mi mano mientras esperaba en la sala del consultorio médico.

"No te preocupes cariño" me había dicho una señora de la tercera edad que había estado esperando para entrar de visita con un ramo de flores a su marido, "en un santiamén vas a estar mejor, ánimo" y con ese buen deseo me había obsequiado una margarita que tomo de su ramo mientras yo le sonreía y mi madre seguía pegada a la llamada telefónica.

Era absurdo pensé, probablemente era solo un catarro o algo sin importancia que la enfermera del colegio no pudo tratar por que quizás era viral, no habia razón para marcarle a mis padres y ahora tendría que soportar a mi madre hablando por horas de el tiempo de trabajo que le hice perder.

Después del incidente Natasha me había llevado o arrastrado a la enfermería de la escuela mientras intentaba dialogar con ella pero cuando mire su rostro y en el estado de miedo y perturbación que estaba simplemente me deje arrastrar a sabiendas de lo que iba a pasar.

Cuando le conté lo que pasó la enfermera se quedó en blanco y parecía seriamente preocupada cuando dijo que iba a llamar a mis padres y yo le iba a responder que no era necesario escuche el golpeteo en la puerta de la enfermería la mujer ya con el teléfono en la mano me pidió que abriera la puerta.

Pensé que podía ser Natasha viendo si realmente me había quedado en la enfermería o quizás alguien que también necesitaba atención médica pero nunca espera cruzarme con un Steve Rogers con los ojos vidriosos que me veía totalmente alarmado.

- Natasha me dijo que estabas enfermo. - su voz sonaba triste alarmada incluso, el me tomo por los hombros y me abrazo quizás en un intento de ver por si mismo si de seguro la versión totalmente distorsionada por Natasha de lo que había pasado era verdad.

Su olor lleno mis pulmones por un minuto y por ese mismo minuto pude sentirme mejor pero después reaccione, cierto tenía que haber evitado que la enfermera llamara a mis padres pero aún cuando me quise soltar Steve me sostuvo en el abrazo por unos minutos más y al soltarme me miró confundido.

- ¿Hoy hablaste con Peggy o algo así? - sentí la bilis en mi estómago retorcerse como es que cada uno de mis acercamientos con el terminaba en la misma forma con el preguntando por su amada Peggy.

Me solté de su abrazo y le mire con enojo, si aún cuando me siento mal el quiere hablar de Peggy no me necesitaba para eso puede ir y contarle a una y mil personas más acerca de lo grandiosa que es Peggy.

- Mejor vete Steve. - dije notando como algo cercano a mi pecho dolía el me vio con sus ojos abiertos y tristes pero cuando intento avanzar hacia mi yo retrocedí a lo que el se quedo de piedra sin intentar volver a acercarse y soltado un "esta bien lo lamento" pero antes de irse la enfermera que ya había terminado la llamada le habló.

- Mi amiga dijo que te recuerde que tienes que ir a tu terapia el miércoles que viene Steven - dijo con tranquilidad la mujer.

- Tony tu madre está en camino puedes sentarte en la enfermería hasta que venga. - una parte de mi quería preguntar otra solo quería que Steve se fuera pero al final solo me senté en una silla de la enfermería y vi como aun que Steve quería decirme otra cosa al final decidió irse.

¿Que me dolía más? pensé en silencio estar con Steve pero que hablara de Peggy o dejar que se fuera dejándome un vacío que aún no sabía como podría llenar sintiendo como este se intentaba llenar solo pero esa sola idea se me hacia horrible.

No tardó en llegar mi madre que sostenía una mirada de desaprobación como si me fuera enfermado a propósito para arruinar su día en la oficina pero simplemente ignore ese hecho y subí al auto mirando todo el camino por la ventana y aclarando mi garganta de vez en cuando era como tener la sensación de un catarro.

Me despedí de la señora con la margarita en la mano cuando el doctor nos indicó que podíamos pasar aún con mi madre hablando por teléfono solo guiándome al consultorio con una mano y palmaditas, el médico era alto de pelo negro y ojos azules su apariencia era de alguien que no pasaba de los 26 alguien que me pareció confiable aún que claramente era un alfa.

- no te preocupes Anthony. - dijo leyendo mi historial médico. - justo ahora estoy cubriendo a un amigo y vas a ser atendido por uno de los mejores cirujanos que hay.

- Soy Stephen Strange y seré tu médico por hoy así que puedes explicarme la razón de tu visita. - dijo con total amabilidad después de ver como mi madre señalaba el teléfono y la dirección de la puerta para decirme que me esperaba afuera aún así el actuó con total empatía.

- Me atragante hoy mientras estaba en clase. - dije sin saber que más decirle, no era como si pensara que me creería si le dijera que un trozo de tallo había salido de mi boca y aún no sabía si estaba preparado para afrontar esa realidad.

- quizás es catarro. - dije antes de que el doctor volviera a hablar lo que hizo que el sonriera divertido.

- ¿Te atragantaste por flema? - pregunto pero no conteste de inmediato a lo que el siguió hablando. - por qué no lo creo Anthony pero no te preocupes estoy aquí para ayudarte, voy a comenzar revisando tus pulmones ¿Esta bien? - mencionó sosteniendo el estetoscopio en su mano a lo que accedí sentándome en la camilla.

- respira. - mencionó mientras ponía el estetoscopio sobre mi pecho.

- Exhala.

Su rostro demostraba que parecía que había escuchado algo y probablemente sabía de lo que se trataba.

- Tienes los pulmones algo obstruidos quizás por la flema. - dijo con tranquilidad mientras se separaba de mi pero fue entonces que su miraba bajo a la margarita que yo tenía en mi mano y al voltearme a ver esta vez pidió permiso para bajar el párpado de mi ojos.

- también parece que hay un caso de anemia... ¿Que fue lo que te hizo atragantarte Anthony? - me pregunto pero esta vez parecía más serio al respecto.

- no fue nada grave solo bueno de hecho nisiquiera alcance a ver como era... ocurrió rápido. - dije pero parece que al divagar tanto no lo convencí pero aún así me miró con comprensión.

- Creo que tenemos que hacerte una radiografía voy a ir a avisarle a tu mamá ¿Esta bien?

Yo no respondí sintiéndome sin salida por un momento pero el revolvió mi cabello y salió de la habitación.