Capítulo 10

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Tweek salió de casa de Wendy luego de dedicarle una última sonrisa cómplice. Llamó a Craig para pedirle verse en la cafetería de sus padres y él aceptó.

Durante el camino el corazón del rubio latía a gran velocidad y sentía que con cada paso que daba estaba más cerca del chico al que ha amado durante tantos años. Los pensamientos sobre tener a Craig cerca inundaban su mente y las ganas de verlo otra vez se hacían presentes.

Finalmente y después de un rato caminando llegó a la cafetería, en donde estaba Craig esperándolo e inmediatamente notó su presencia. El más alto se levantó y se acercó al rubio, quien se sonrojaba más al tenerlo así de cerca.

- ¿Donde estabas? Te llamé y no respondiste. En serio tenía ganas de verte.

El contraste con la luz del sol propia del atardecer hacía que los ojos de Tweek lucieran más lindos y radiantes que de costumbre, eso sumado al tono carmín de sus mejillas hacían que Craig no pudiera quitarle la vista de encima. Por otro lado, Tweek sentía unas enormes ganas de besar a Craig al tenerlo enfrete suyo, tan apuesto e inalcanzable (según él) y con una mirada que le congelaba el alma, amaría poder robarle un beso aunque sea una sola vez.

- E - estaba en casa de Wendy... Hace tiempo somos amigos y de vez en cuando paso tiempo con ella en su casa. Lamento si no te dije que estaba con ella.

- ¿Por qué te disculpas? No me molesta tener que esperarte. Como sea, estoy aquí para invitarte a salir así que... ¿Qué dices? ¿quieres ir a comer algo mañana después de clases? Yo invito

Tweek sonrió tímidamente y aceptó. Le agradaba la idea de volver a salir con Craig como cuando ambos tenían diez años. Pensó que sería buena idea invitar a sus amigos y revivir sus años de infancia así que esperó a que Craig se fuera para mandar un mensaje a sus amigos e invitarlos a salir.









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Después de una larga sesión de estudio en casa de Eric Kyle volvió a casa y se encerró en su habitación. Estaba recostado en posición fetal sobre su cama, abrazando una almohada y con una inquitetud en sus pensamientos. Es extraño, parece ser que después de ese beso en su cumpleaños comenzó a tener esa clase de pensamientos sobre Eric e incluso soñó que volvían a besarse... ¿O es que el beso lo hizo comenzar a notar sus verdaderos sentimientos por el culo gordo? No, definitivamente no podía ser eso.

Sus pensamientos lo estaban ahogando así que decidió llamar a Stan y contarle todo lo que estaba pasando. Así lo hizo y después de un rato pudo desahogarse y contar todo lo que pasaba por su mente y que de algún modo confundía su corazón.

- Definitivamente te enamoraste de ese estúpido... ¿Con un sólo beso? Mierda amigo, podría habermelo esperado de cualquiera menos de ti.

- ¡¿Qué?! ¡no! ¡deja de decir pendejadas, Stan! ¡eso es imposible! ¡no puedo haberme enamorado de él!

- Pues... Por lo que me cuentas parece ser que sí... Quizá sea la razón por la que ustedes pelean tanto.

- ¡Jódete! ¡prefiero volver a quemar Canadá antes que enamorarme de él!

La cara de Kyle estaba casi del mismo tono que su cabello por la vergüenza. La idea de enamorarse de Eric lo volvía loco y lo ponía bastante nervioso, se supone que se odian y por ende no podía surgir un enamoramiento a partir de esa rivalidad... ¿O si?

- Te llamaré mañana, ahora estoy algo ocupado.

Stan colgó la llamada y Kyle se quedó mirando la pantalla del teléfono hasta que esta se apagó. Pensó que se sentiría más tranquilo si hablaba con Stan pero resultó contraproducente y ahora estaba más confundido.

No hace falta decir que esa noche tampoco pudo dormir.
















































































































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