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CAPITULO 8

—Hey, Mew, ¿has visto mis pantalones vaqueros cortos? Ya sabes, los que llevaba en el lago la semana pasada, —preguntó Max cuando salió del cuarto de baño, las manos sujetando una toalla blanca alrededor de su cintura.

—No, ¿has preguntado a Tul? Lo más probable es que los haya enmarcado y colgado en la pared de su oficina. Eran unos shorts grandiosos, bebé, —Mew se rió desde su posición acostado en la cama.

—Ni siquiera he visto a Tul desde la noche anterior, cuando nos fuimos a dormir.

—¿En serio? Todavía estaba en la cama contigo cuando fui a correr esta mañana. —Mew rápidamente se incorporó y miró a Max.

—Bueno, él se había ido ya en el momento en que me levanté, —dijo Max mientras hurgaba en su armario por sus pantalones cortos. Finalmente se dio por vencido, cogió un par de pantalones vaqueros y se los puso, añadiendo una sencilla camisa blanca de algodón.

—Sabes, no tienes que vestirte por mi. Podrías simplemente andar desnudo todo el día. Estoy seguro de que Tul estaría de acuerdo conmigo, —dijo Mew mientras miraba el cuerpo sexy de Max.

—¿Estoy de acuerdo contigo acerca de qué?, — preguntó Tul cuando entró en la habitación.

—¿Dónde has estado? —Exigió Max, con las manos en las caderas.



—Trabajando. Ya sabes, esa cosa que se hace todos los días para traer un cheque de pago y mantener un techo sobre tu cabeza, comida en tu estómago, y lubricante en tu culo. —Tul sonrió mientras agarraba a Max por la cintura y lo levantaba, alcanzando sus labios con los suyos.

Max rodó los ojos incluso cuando su cuerpo estaba dócil en contra del de Tul.

—¡Eres un cachondo vaquero!

—¿Estás diciendo que no me echas de menos? —Dijo Tul mientras se llevaba a Max a la cama, derribándolo y sentándolo en el regazo de Mew—. Sé que te he echado de menos... ¿qué demonios es ese ruido?

Tul se dirigió a la puerta de la habitación cuando Max y Mew saltaron a su pies y le siguieron. Un fuerte golpe y un montón de gritos venían de la sala de estar. Mew agarró a Max en el último segundo y lo empujó detrás de él y Tul.

Max se asomó alrededor de Mew tratando de averiguar qué estaba pasando.

Podía ver a Zee en la puerta, gritando a alguien de pie allí, tratando de abrirse paso dentro.

Boun y Jeff se habían cambiado a forma de lobo y se agacharon justo detrás de Zee. New se quedó fuera a un lado, con un gesto de preocupación en su rostro.

Vio cómo Tul dio un paso al frente, la mano sobre el hombro de Zee.

—¿Zee? ¿Qué está pasando aquí? ¿Quién es este?

—Yo estaba... —Zee comenzó sólo para ser interrumpido por una voz gritando sobre los dos.

—¿Dónde diablos está mi hijo?

—¿Papá? —Chilló Max, saliendo de detrás de Mew y pegando un brinco hacia la puerta.



—¿Max? —Oyó a su padre, John, gritar justo cuando Mew le agarró del brazo y tiró de él hacia atrás. Trató de luchar contra las manos de Mew, pero se vio obstaculizado tratando de mantener sus ojos en la puerta de entrada.

—Mew, detén eso. Ese es mi padre.

—Max, quédate donde estás, —ordenó Tul, poniéndose al frente de Zee para enfrentar al padre de Max—. Ahora, veamos aquí...

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