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CAPITULO 11

Tul levantó la mirada de su escritorio mientras oía la puerta frontal abrirse. Podía oír la voz profunda de Zee haciendo sombra a la risita de New. Odiaba arruinar lo que era, obviamente, un momento de buen humor, pero tenía unas cuantas cosas que decir a los miembros de su manada.

Al salir de su oficina pudo ver a Zee y Boun ayudar a New al sofá. Esperó hasta que estuvo todo acomodado antes de despejar ruidosamente la garganta, inmediatamente captando su atención.

—¿New? ¿Cómo estás? —Preguntó Tul.

—Oh, estoy bien, sólo un esguince en el tobillo y una conmoción cerebral leve. Nada que no se cure con un par de días de descanso a mis pies, —se rió New.

—¿Qué pasó?, —preguntó Tul mientras cruzaba los brazos sobre el pecho.

—Mi caballo me tiró. Fue una estupidez realmente. Se asustó y se largó, entonces ¡zas! me fui abajo. El doctor dice que voy a estar como nuevo en un par de días.

—Eso es bueno. Me alegro de que vayas a estar bien,

—dijo Tul mientras levantaba los ojos para mirar por encima de Zee.— ¿Alguna idea de dónde está Jeff?

—No, —dijo Zee, mirando confundido—. ¿No está aquí?

—No, en realidad no ha habido nadie aquí, desde que Mew y yo regresamos la última noche. Sé que es una locura, pero dado que te di una orden, yo esperaba encontrarte aquí, Zee.



—Tul, New estaba herido. Tuve que llevarlo al sanador. Él es mi compañero. ¿Seguro que lo entiendes? Tú habrías hecho lo mismo por Max si hubiera sido herido. Además, me fui y dejé a Jeff aquí.

—Yo no le di esa orden a Jeff. Te la di a ti. Y ya que estás preguntando, entiendo, por completo. No te imaginas lo mucho que entiendo.

Tul vio drenarse el color de la cara de Zee. Sabía que estaba empezando a darse cuenta de que no todo estaba bien en su pequeño hogar. Esperó, sabiendo que Zee llegaría a la conclusión correcta.

—¿Está bien? —Zee susurró.

—Ahora, sí. Cuando llegamos a casa, no.

—¿Qué pasó?

—Estuvo a punto de morir, Zee, porque no estuvo apropiadamente cuidado. Oh, no te preocupes, la culpa va por todos alrededor. Todos tenemos una parte en esto.

—Tul, yo no imaginé que esto sucediera. Yo sólo...

—Sé exactamente lo que estabas tratando de hacer, Zee. Créeme, comprendo la necesidad de cuidar a tu compañero, pero aún así me desobedeciste. Te di una orden directa y se la entregaste a otra persona.

—Tul, yo no sabía que esto pasaría, pero New estaba herido, —dijo Zee mientras se acercaba a Tul.

Tul sabía que él estaba tratando de llegar a comprender por qué había hecho lo que había hecho. Y Tul lo entendía. Eso todavía no quería decir que estuviera bien, con uno de su manada desobedeciendo sus órdenes.

Era casi la misma razón por la que Max había sido castigado a su habitación en primer lugar. Tul necesitaba saber que, como alfa de su manada, su palabra era definitiva.



—Zee, lo que no pareces entender es que yo soy el alfa aquí. Yo hago las reglas. Incluso si no estás de acuerdo con lo que digo, todavía necesitas seguirlas. Eso es lo que ser alfa significa.

—¿Incluso por encima de mi compañero?

—¡Sí! ¡Incluso por encima de tu compañero!, —gritó Tul.

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