A So Beautiful Love | Kookmin ✔

48: Tú y yo, especial

Ambos habían salido de la fiesta, tomados de la mano. No querían estar en un lugar donde la música retumbara sus oídos. Prefirieron ir al departamento del pelinegro, por supuesto, no sin antes haberle pedido permiso a los padres de Jimin.

Ahora los dos chicos se encontraban tirados sobre la cama, mirándose el uno al otro.

—Entonces, ¿Estudiarás en la ciudad o en el extranjero? —preguntó Jungkook, sobando la cintura de Jimin.

—Me quedaré en la ciudad, no quiero irme tan lejos —respondió con un pequeño puchero. Esos que Jungkook quería besar—. ¿Y tú?

—También, luego me traslado —se acercó más al cuerpo del rubio.

—Oh...

—Hey —llamó. Jimin levantó su mirada, Jeon Jungkook era tan perfecto ante sus ojos, estaba muy enamorado de él, tanto que tiene la ilusión de que nunca le rompería el corazón—. ¿Sabes que te amo?

Jimin, sorprendido ante la pregunta del chico, abrió sus ojos en grande y sintió sus mejillas calentarse.

—¿S-si? —soltó nervioso, haciendo que Jeon soltara una risita.

—Jimin... —llamó de vuelta.

—¿Sí, Jungkook?

De un momento a otro Jimin se sintió emocionado, no sabía exactamente el porqué su corazón comenzaba a latir desesperado. Juraba que podía escuchar sus latidos en toda la habitación.

Las manos de Jungkook no paraban de acariciar su cintura y él no dejaba de jugar con el cuello de la camisa del pelinegro.

—Jimin yo... —ahora ya no lo miraba a los ojos, sino a los labios. Esos jugosos y preciosos labios que desde hace un tiempo lo volvían loco.

Poco a poco se iban acercando hasta acabar con la distancia, sintiendo sus respiraciones y sus labios rozar. Ese beso tan puro, lento y que les hacía sentir un millón de cosquilleos en el estómago.

Wow, este momento lo estaban esperando ambos.

Cuando sentían la necesidad de tomar aire, se separaron, viéndose fijamente a los ojos.

—Jimin sé mi novio... —susurró Jungkook.

El rubio apretó los labios sonriendo, quería llorar, iba a llorar. Lo único que hizo fue lanzarse al cuerpo de Jeon y llenarle la cara de besos, que claro, Jungkook aceptó gustoso.

—¿Sabes cuánto había esperado este momento? —chilló Jimin—. Te tardaste mucho, Jeon Jungkook, he sido muy paciente —dijo divertido.

—Te prometo que lo haré más especial.

—No, no, no —se apresuró en contestar Jimin—. Así esta bien, para mí esto es especial, que estemos tú y yo aquí juntos.

Jungkook sonrió, este chico lo traía loco. Y a pesar de recién iniciar un amor tan hermoso juntos, no podía imaginarse una vida sin él.

FIN.