El pánico era bastante presente entre todos nosotros por lo que tuvimos que tomar medidas de seguridad con las que no todos estaban de acuerdo.
—¡Esperen, mi hija aún no ha regresado! ¡No cierren! —una mujer algo joven se quejaba y trataba de impedir que bloqueáramos la entrada con distintos objetos —¡Si algo le pasa a mi hija será culpa suya!
Todos trataban de tranquilizar a la mujer pero era en vano.
—¡Mi hija está muy cerca! —dijo mientras nos mostraba su celular con un gps —¡Aquí! ¡Por favor, déjenme salir a buscarla!
—No podemos poner a todos en riesgo —Hyuk, quien parecía haber asumido el puesto de líder, habló por todos.
La discusión fue interrumpida por los celulares que comenzaron a emitir un molesto ruido, al parecer la señal había regresado. Saqué mi celular de mi bolsillo y leí la notificación que yacía en mi pantalla.
"ALERTA DE EMERGENCIA"
"Quienes presenten estos síntomas deberán aislarse:"
"Sangrado nasal, desmayos o comportamiento agresivo"No pude evitar pensar en mi padrastro ¿Qué será de el ahora? nunca se molestó en buscarme después de que escapé, y la verdad estoy agradecida por eso ¿seguirá vivo o ya está muerto? ¿sigue siendo un alcohólico?, aunque creo que es mejor no saber nada de él.
Los vecinos peleaban de nuevo, esta vez porque unos querían volver a casa y otros se rehusaban a abrir las puertas, de repente alguien o algo comenzó a tratar de abrir la puerta y todos entraron en pánico al ver a un hombre alto con la mitad de su cara quemada entrar. Sang wook, ya había escuchado de el, algunos vecinos decían que era un mafioso.
—!Le di! ¿lo vieron? ¡le di!
En un abrir y cerrar de ojos el viejo enano había electrocutado al de la quemadura haciendo que cayera al suelo. Momento después Eun yoo entró por la misma puerta, El de lentes se apresuró a poner su camisa sobre los hombros de mi amiga la cual molesta se la quitó y se fue en dirección a los baños. Me encaminé en la misma dirección con la intención de seguirla no sin antes conectar miradas con Hyuk, en su mirada se podía ver tristeza, me sentí mal por el.
Una vez entré al baño pude ver a Yoo lavando su camisa desesperadamente. Me posicione en el lavabo de al lado para lavar mi cara.
—Hey Yoo ¿estás bien? —pregunté mientras abría el grifo del agua sintiendo como el frío líquido corría por mis manos pálidas.
—No quiero hablar ahora, Yori —dijo mientras soltaba un suspiro —nos vemos después —dijo mientras salía, dejándome sola en el baño.
Sonreí sin darme cuenta. Me había llamado Yori, un apodo que me había puesto sin embargo no solía usarlo mucho, siempre me decía Hyo-ri. Lavé mi cara con el agua fría, tenía una cortada en la mejilla, cerré el grifo y salí del baño.