"𝑂𝑡𝑟𝑎 𝑜𝑝𝑜𝑟𝑡𝑢𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑" (𝙎𝙖𝙣𝙚𝙢𝙞 𝙭 𝙡𝙚𝙘𝙩𝙤𝙧𝙖)

𝟐- 𝐏𝐚𝐫𝐚́𝐬𝐢𝐭𝐨

Hana Park

Y acá es donde me pregunto:

De verdad, ¿valió la pena haberme levantado de la cama?.

—Cariño, se te va a enfriar el desayuno —dice mamá que está desayunando frente mío.

Suelto un gran suspiro pesado debido al cansancio.

Solo había logrado dormir 2 horas en el transcurso de la noche, y me sentía realmente agotada. Todo porque mamá estaba teniendo pesadillas.

No me quejaba por ello, si no, de tener que ir a la escuela.

—Debería seguir durmiendo —digo dando un bocado.

—Sabes que no puedes, cariño. Ahorita empiezan tus clases —dice mamá.

—No tengo mis dos primeras lecciones —suspiré nuevamente —si no fuera por ese chico peli gris, yo pudiera seguir durmiendo —dije sin pensar.

Al darme cuenta de lo que dije, alce la vista para ver a mamá, la cuál, tenía una gran sonrisa adornando su rostro.

Sentí un ligero escalofrío recorrer mi cuerpo. Sabía lo que se me aproximaba.

—Vaya, vaya —dice ella sin quitar el tono pícaro.

—¡Mamá! No me malinterpretes-

—Ay cariño, eso es normal. Eres joven y yo sé que te gustan los chicos, aún más a tu edad.

No puedo evitar sonrojarme ante sus palabras. Mamá es fan de hablar de temas de chicos, cuando a mi solo me avergüenza.

Cuando vivíamos en Corea, ella solía hablar mucho de eso con mi hermano mayor quien siempre le contaba de sus citas con chicas.

Pero la verdad, yo nunca lo hice porque no fui tan interesada en un chico como para decirle a mamá. Al punto que ella llegó a pensar que yo era lesbiana.

—Y cuéntame, antes de que yo llegara, ¿de qué hablaban? Porque siquiera notaste cuando llegue —dice mamá alzando sus cejas.

—¡Mamá! Solo estábamos hablando del recorrido que me dará hoy por la escuela. Debido a que ayer no se pudo, me dijo que lo hiciéramos hoy. Por eso esque tengo que irme ahorita aunque no tenga lecciones —explique a mamá de la mejor forma posible.

Mamá hizo una expresión de sorpresa.

—Oh, ya veo... —dice ella.

Suspire de alivio.
Pensé que ella seguiría-

—¡Pero eso no quita las posibilidades de nada! —exclamó con una sonrisa aún más orgullosa.

Creo que hable muy pronto.

—Por Dios... —suspiré nuevamente.

Así serían el resto de mis días.