Una luz de esperanza

Preparaciones para el día de mañana

-Ciudad de Feoh, (Restaurant, Noche)-

En estos momentos nos encontramos en un restaurant a varias horas ya del fallido ataque del grupo conocido como Kuroinu a Feoh.

La noche ya había caído y si bien había edificios y casas que necesitaban ser reparadas la ciudad se encontraba en su mayoría en buen estado.

Eso si la mansión de Beasley había sido totalmente saqueada con todo lo de valor siendo tomado por los habitantes de Feoh antes de que Alicia diese la orden de que su mansión fuese quemada hasta que solo quedase escombros.

Sobra decir que la rubia Princesa Guerrera deseaba eliminar cualquier rastro de ese ministro Traidor que ella vio como una figura paternal, pero quien la traiciono a ella y a la ciudad, solo para poder tener su cuerpo.

Olga y Chloe habían sido escoltadas al castillo de inmediato antes de que comenzase un revuelo por el hecho de que ellas estuviesen aquí, aunque se podían ver en los sirvientes y sirvientas de Alicia que ellos no estaban felices de tener a la Reina de los Elfos Oscuros y a su ayudante como 'aliados invitados'.

Los chicos por otra parte decidieron salir a recorrer la ciudad ya que por ahora no había mucho que hacer y se aburrirían dentro del castillo.

En el caso de Michael la gente lo miraba a él con sonrisas y admiración ya que se esparció la noticia de que fue el quien corrió por las calles a gran velocidad derrotando mercenarios y monstruos.

También que fue el quien mando a volar al traidor de Beasley y al bastardo de Vault... por lo que en general en Feoh había un sentimiento gratitud hacia Michael.

Así un dueño de un restaurant vio a quien estaba caminando y mirando la ciudad... y procedió a invitar gratis a comer al chico como muestra de gratitud.

Y así también en este mundo la gente comenzaría a aprender que ofrecerles comida gratis a Michael... en general no era de las mejores ideas.

"Nunca en todos mis años de vida había visto... a alguien comer tanto," Comento impresionado el dueño del lugar quien ya llevaba sus años sirviendo a gente que decía que tenían mucha hambre... pero esa gente jamás llego a este nivel.

Michael estaban sentados en una gran mesa en donde distintos platos de carne servidos para ellos.

Naturalmente a Michael se le permitió comer gratis, después de todo él era el héroe que había salvado no solo a Feoh, sino que también a Alicia y a Prim quienes eran queridas y admiradas por muchos.

Además, como como gracias a Michael su hija y esposa estarían a salvo el dueño del restaurant estaba más que dispuesto a continuar alimentando a los chicos aun si el terminaba que dándose con su bodega vacía.

Era lo menos que podía hacer por aquel que había salvado a la ciudad de Feoh.

Pero como este mundo nunca había escuchado hablar del apetito de locos... entonces nadie se esperó que él se comiese toda esa carne.

"Ah... ya terminé," Dijo un satisfecho Michael quien se acariciaba el estómago.

"¿E-en serio?" Dijo aliviado el dueño del restaurant ya que más carne no le quedaba.

"Si, ahora tengo que irme a dormir," Y con eso Michael se levantó de su asiento y se dirigió hacia la salida del restaurant, "¡Gracias! ¡Estuvo muy buena esa carne!" Y con eso Michael se fue del restaurant con una sonrisa alegre en su rostro por haber podido comer bastante carne.

"Por Celestine... su apetito debe ser tan grande como su fuerza," Dijo impresionada la hija del dueño del restaurant. Aun así no había ni una pizca de disgusto hacia Michael, únicamente sorpresa.