Todo estaba perfectamente organizado, la cama tendida, los trastes utilizados para el desayuno limpios y ordenados en el lugar correspondiente, el pelirrojo ya estaba perfectamente vestido con su jeans ajustados y camiseta blanca pues era un día bastante soleado.
La universidad en si era un infierno, pero lo peor de esta sin duda alguna era levantarse temprano, lo bueno era que gracias a está podía ver a su novia unos minutos al día.
El pelirrojo vivía solo desde los 18 años, aun así seguía en contacto con su familia, tenían muy buena relación, ahora ya se había adaptado a la independencia en un humilde departamento, lo bastante cercano a la universidad.
Tomo el bus y se puso los auriculares.
El sin duda alguna amaba su humilde vida, recordaba como sus compañeros siempre le contaban anécdotas increíbles y el solo callaba ¿que iba a decir? si su vida era normal, vivía
solo en un pequeño departamento, tenia una novia a la cual quería mucho, estupenda relación con su familia, trabajaba de medio tiempo en una cafetería lo que le alcanzaba para costear el arriendo y el alimento para el mes, nada fuera de lo normal.-Joven esté es el fín del recorrido
-Escuchó una voz que lo llamaba a la distancia-
Abrió lentamente sus ojos mientras la imagen del conductor se le hacia más clara, entonces entendió.
Mierda.
Salió como alma que lleva el diablo corriendo del bus, miró a todos lados para ubicarse pero no tenia ni la más remota idea de donde se encontraba, miró la hora en su móvil...
Doble mierda.
Ni modo, no alcanzaría a llegar a la universidad, quizá si se apresuraba llegaría a las últimas horas, pero no valía la pena, lo mejor era regresar a casa, pero primero tenia que saber donde
estaba y encontrar alguna parada de taxis, sería lo más simple, aunque odiaba gastar dinero de más.Ese barrio claramente no era nada seguro, habían hombres fumando, y no precisamente tabaco, que lo miraban con cara de querer comérselo.
"Que asco"
Pensó y apuró el paso, sin darse cuenta se encontró en un callejón sin salida, se propuso salir de allí lo antes posible pero la voz de un hombre llamó su atención.
- N-no lo..v-volvere a..ha-hacer -decía esa voz al borde de la desesperación-
El pelirrojo dio unos pasos sintiéndose como los protagonistas de las películas, esos idiotas que en vez de correr del peligro se acercaban a el, y pues el hacía precisamente lo mismo.
Su visión por fin enfocó a un hombre de avanzada edad tendido en el suelo con un gran charco de sangre a su al rededor, iba a correr a ayudarle hasta que visualizó una silueta saliendo de las
sombras, su sangre se congelo sin poder mover músculo alguno, se quedo allí de pie, mirando como la silueta con una extraña mascara bastante peculiar, la silueta dispara directamente en
la frente del hombre con una rapidez y
precisión increíble.El cuerpo del hombre quedó inmóvil al igual que el cuerpo del pelirrojo que
para ese momento parecía gelatina, pero aún así no podía moverse, entonces cometió otro error que cometían los protagonistas de las películas.Miró al asesino.
A pesar de que llevaba una mascara que impedía ver cualquier rastro de su rostro además de que el callejón estaba jodidamente oscuro, pudo sentir la mirada del asesino sobre el, un escalofrío recorrió su cuerpo cuando esté dio un paso hacia el, pensó en correr pero el miedo era mayor, además de que su cuerpo no reaccionaba.
El asesino dejó caer un papel sobre el cadáver y prosiguió a dar otro paso hasta él, asustando más al pelirrojo, pero unas voces al final del callejón provocó un cambio en la actitud de enmascarado.
"-No me olvides kitten"
Se escuchó una voz masculina, joven pero a la vez grave salir detrás de esa mascara, el pelirrojo solo allí atinó a reaccionar, corriendo torpemente
lo más rápido que pudo."- Ahora tendré que perseguir un lindo gatito."
Fue lo último que dijo aquel hombre antes de perderse en las sombras, dejando atrás el cadáver ya desangrado del sujeto.