5

107 13 3
                                    


-A-aléjate -logró articular a duras penas sin poder quitar su mirada del chico-

-¿O sino que? -preguntó una vez su rostro quedo frente al del Pelirrojo - ¿que harás?

Ariel no respondió, simplemente cerró sus ojos apretándolos con fuerza, esperando lo inevitable, sintió como sus labios eran rozados con otros más suaves, el peliblanco lo iba a besar, pero eso nunca pasó, en cambio solo recibió un cálido aliento con olor a tabaco y chocolate, sus ojos se abrieron inmediatamente, encontrándose con esa característica máscara muy cerca
de el, una sonrisa se formo en los labios del peliblanco al notar las mejillas sonrojadas del pelirrojo, por lo que en vez de alejarse solo se acerco más, le gustaba ver como el chico se tensaba
poniéndose cada vez más nervioso por su cercanía.

-¿Querías que te besara kitten? -susurro el peliblanco sin la intención de apartar su mirada oscura de los ojos carmesí-

-No -dijo finalmente luego de unos segundos que parecieron eternos- usted antes me a dicho que debo obedecerle... no quiero problemas... solo quiero que me deje ir con mi familia... con mi novia...

-No entiendo porque quirer eso de regreso ¿que tiene de especial una familia y una pareja? no sirven de nada -el peliblanco se alejó abruptamente de Ariel.

-Te dan amor... -respondió algo asustado por el repentino cambio del peliblanco-

-¿Amor? -soltó una risita con burla para después mirarlo tomándole del mentón
bruscamente haciendo que le mirara- eso ni siquiera existe, tu familia esta contigo por obligación y tu pareja por placer o para no sentirse sola, las personas buscan la compañía de
alguien más para no enfrentarse a la soledad, tan simple como eso kitten.

-Eres cruel... -su voz salió casi en un susurro-

-Dime algo que no haya escuchado antes -aflojó su agarre en el mentón del pelirrojo pero sin soltarle- además...

-Pero por alguna razón ahora no te tengo miedo -interrumpió al asesino mirándole
esta vez fijamente-

-No sabes lo que dices -sonrió leve, repentinamente disfrutando de la valentía del chico frente a el.

El peliblanco fue rápido y se colocó sobre Ariel sujetando fuertemente ambos brazos de este sobre su cabeza con solo una mano mientras que con su mano libre sujetó firmemente el rostro del pelirrojo, el cual quedo paralizado sin apartar la vista de aquellos ojos que
lo miraban a través de la mascara.

-¿Me temes ahora? -preguntó el asesino apretando su agarre en las muñecas del Pelirrojo.

-No -dijo firmemente removiéndose por el dolor e incomodidad que le estaba causando el asesino- ahora suéltame, ya bastante tengo con estar encadenado para ahora tener que soportar que me tome así.

-Eres estúpidamente valiente -rió leve descubriendo medio rostro acercándose peligrosamente a sus labios, tragó duro tratando de permanecer sereno-

-Intenta lo que quieras -lo desafío celebrando mentalmente por lo segura que salió su voz- no te temo.

-Pues tendré que enseñarte a temerme -respondió finalmente estampando sus labios contra los del pelirrojo-

Ariel quedó paralizado sin saber que hacer, un hombre lo estaba besando, un asesino lo estaba besando, su secuestrador lo estaba besando, sus labios se quedaron quietos y sus ojos más que abiertos, su cuerpo no reaccionaba, hasta que el peliblanco comenzó a mover sus labios sobre los suyos, lentamente como si de dos amantes se tratara.

El pelirrojo comenzó a moverse tratando se zafarse pero lo único que consiguió fue que el peliblanco forzara el agarre
en sus muñecas, logrando sacar un quejido de sus labios, el cual el peliblanco aprovechó para profundizar el beso, colando su lengua por la cavidad bucal del pelirrojo, ya no era un beso lento era uno completamente contrario a ese.

Ariel gimió sobre los labios del peliblanco al sentir como la rodilla de este rozó su entrepierna provocándole un escalofrío por todo su cuerpo, finalmente el pelirrojo se rindió, relajando su cuerpo, correspondió como pudo al ardiente beso que le propinaba el asesino, el cual sonrió sobre sus labios al notar la sumisión del chico bajo el, aflojó su agarre y Ariel pasó sus brazos por el cuello del peliblanco profundizando aún mas si era posible aquel beso, para el Pelirrojo ya nada era claro, se encontraba completamente extasiado por aquellos labios sabor a chocolate y tabaco, pero todo término cuando el peliblanco se separó observando en lo que se había convertido aquel chico bajo su cuerpo.

Labios rojos e hinchados, pupilas completamente dilatadas y su respiración agitada.

El peliblanco se puso de pié soltando una pequeña risita, se disponía a marcharse hasta que la voz del rubio llamó su atención.

-Yo... n-no soy g-gay- dijo Ariel tratando de regular su respiración-

-Yo tampoco -respondió y sin más se marchó de aquella habitación dejando a cierto pelirrojo completamente excitado y confundido-

 AMBU  [Sakumo x Ariel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora